Según el analista de Self Bank, Julián Lirola, la subasta "ha dejado un buen sabor de boca", ya que el Tesoro español "ha cumplido las expectativas" al colocar más de lo previsto y a un menor coste. Y es que según Lirola, la puja de este jueves demuestra que el atractivo del riesgo sigue ganando terreno a la rentabilidad, gracias a la mejora de la economía española.
Además, en su opinión, si se mantienen los costes más bajos, el Estado podrá ahorrar en financiación, un montante que se podría destinar a otras partidas. En la puja de hoy, la primera del mes de agosto, el Tesoro ha colocado 3.218 millones de euros en bonos a tres y cinco años, un importe que se encuentra en la parte alta del objetivo de emisión, que oscilaba entre 2.000 y 3.000 millones de euros.
Del total, 951 millones han correspondido a los bonos a tres años, que se han adjudicado a una rentabilidad del 2,656 %, inferior al 2,794 % de la anterior subasta, del 18 de julio. Los 2.267 millones de euros restantes se han emitido en bonos a cinco años al 3,589 %, también menor que el 3,768 % de la subasta previa.
La ratio de cobertura, que es la proporción entre la demanda y el importe finalmente adjudicado, ha sido de 2,2 veces, ya que el solicitado ha alcanzado los 7.104 millones de euros. En el caso de los bonos a tres años, el importe solicitado ha sido de 3.156 millones de euros, con lo que la ratio de cobertura ha sido de 3,3 veces.
Por su parte, la ratio de cobertura de los bonos a cinco años ha sido menor, de 1,7 veces, ya que el importe solicitado ha representado 3.947,5 millones. Así, en lo que va de año, el Tesoro lleva captados en el mercado 92.200 millones de euros en deuda a medio y largo plazo, lo que supone el 76 % de la previsión de emisión para todo el año incluida en el Programa de Financiación del Tesoro Público, que está fijado en 121.300 millones.
El coste medio a la emisión es del 2,68 % a 31 de julio de 2013, por debajo del 3,01 % registrado a finales de 2012. Con la subasta de este jueves, el Tesoro Público español suma tres pujas consecutivas en las que ha logrado reducir el interés gracias a las menores tensiones del mercado secundario, donde la prima de riesgo española se mantiene estable en el entorno de los 300 puntos básicos.