El Tesoro ha colocado 2.379 millones de euros en la subasta de bonos a cinco años, con un tipo medio del 2,871%, frente al 3,059% de la emisión anterior, con una demanda que ha superado en 1,9 veces la oferta (2,5 veces en la subasta previa).
En obligaciones a diez años, los inversores han destinado 1.148 millones de euros, con una rentabilidad del 4.164%, también por debajo del 4,269% de la subasta previa. La demanda, en este caso, ha superado en 2,6 veces la oferta (2,0 veces la emisión anterior).
Por último, en el bono a trece años, el Tesoro ha colocado 507 millones de euros, con un tipo medio del 4.469%, inferior al 4,540% de la emisión anterior del mismo tipo de papel, celebrada en mayo, mientras que la demanda ha superado a la oferta en 2,4 veces (1,5 veces la subasta previa).
La emisión, la primera de noviembre, se produce en un buen momento para la deuda soberana española, pocos días después de que se confirmara que el país abandonó la recesión en el tercer trimestre de este año, y de que la agencia de medición de riesgos Fitch haya mejorado de negativa a estable la perspectiva sobre la deuda española.
Otro indicador de la mejor percepción que tienen los inversores sobre el país radica en el porcentaje de deuda pública en manos de extranjeros, que en septiembre se incrementó un 20% respecto del año anterior y alcanzó el 37,41% del total. Con todo ello, la prima de riesgo, que es uno de los indicadores que miden la confianza de los inversores en la deuda nacional, se mantiene en los últimos días en mínimos anuales y sus niveles más bajos de los dos últimos años, desde octubre de 2011, en torno a 230 puntos básicos.
En la última subasta de bonos, celebrada el 3 de octubre, España captó 3.509 millones de euros en bonos y obligaciones de distintos plazos con notables rebajas en el interés. Y en la última subasta de octubre, el pasado 22, España logró colocar 3.521 millones de euros, por encima del importe máximo previsto, en letras a tres y nueves meses, a un interés más bajo que en la anterior emisión.