España ha colocado 3.074 millones de euros en letras a tres y nueves meses, cubriendo así el objetivo máximo previsto de 3.000 millones de euros, a las que ha tenido que aplicar el interés más elevado este año para estos plazos, del 0,9% y del 1,49%, respectivamente.
De los más de 3.000 millones de euros adjudicados, 933,94 han salido a tres meses con una rentabilidad del 0,9%, la más alta desde diciembre y casi el triple que en la anterior emisión, celebrada en mayor (0,353%). Los 2.140,85 millones de euros restantes han salido a nueve meses con una rentabilidad del 1,49%, muy superior al 0,81% de la puja precedente y la más elevada desde que el Tesoro emite a este plazo, en enero de este año.
El interés aplicado por España está en línea con la rentabilidad de estas referencias en el mercado secundario, que ha acusado en los últimos días la confirmación de que la Reserva Federal de Estados Unidos retirará sus medidas de estímulo pero también la inestabilidad política en Grecia y en Italia. No obstante, la ratio de cobertura, que es la proporción entre la demanda y el importe finalmente adjudicado, ha sido bastante elevada, de 2,5 veces, ya que las solicitudes de las entidades financieras han alcanzado 7.818 millones de euros.
Tras la emisión, la prima de riesgo de España, que en la última sesión ha llegado a superar los 330 puntos básicos, se reducía a 319, doce menos que al cierre de la jornada anterior. El rendimiento del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo mide el riesgo país, caía por debajo del 5 % que superaba la víspera.
La de hoy ha sido la última emisión de deuda del semestre, seis meses durante los cuales España ha adelantado cerca del 65 % de sus necesidades de financiación para todo el año. Hasta el próximo 4 de julio el Tesoro no tiene prevista ninguna emisión de deuda.