El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio ha cerrado con una bajada de 895,15 puntos, un 4,61%, y se situó en las 18.540,68 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 92,14 puntos, un 5,86%, hasta las 1.480.87 unidades.
El parqué tokiota ha abierto con una marcada tendencia a la baja lastrado por las pérdidas del viernes en Wall Street y en las principales bolsas europeas, así como por la apreciación del yen frente al dólar, según los analistas locales. Durante el segundo tramo de negociación, la caída sea agudizó y llegó a rozar las 1.000 unidades y el 5%, al propagarse a Tokio al nerviosismo generado por el nuevo "lunes negro" en la Bolsa de Shanghái.
A media sesión de hoy, el índice general de la principal bolsa china se desplomaba un 8,45% hasta los 3.211,2 puntos, con lo que se situaba en números rojos en lo que va de año al registrar una cotización inferior a la que tenía al inicio del ejercicio. La nueva jornada de pánico en la Bolsa de Shanghái sigue alimentando las dudas sobre la marcha de la economía china tras la reciente devaluación del yuan, y a pesar de las medidas anunciadas el domingo por el Gobierno de Pekín autorizando a los fondos de pensiones a invertir en los mercados de valores.
Asimismo, el dólar se cotizaba entre 121,76 y 121,77 yenes en el mercado tokiota, casi dos décimas por debajo de su valor registrado el pasado viernes, una tendencia que perjudica a las grandes exportadoras niponas. La Bolsa de Tokio prolonga así su racha en rojo de la semana pasada, cuando acumuló cuatro jornadas consecutivas de pérdidas por las dudas sobre China, principal socio comercial de Japón.
Las bolsas chinas y de Hong Kong proseguían su hundimiento a media sesión, a pesar de las medidas anunciadas el domingo por el Gobierno de Pekín autorizando a los fondos de pensiones a invertir en los mercados de valores.
A media sesión de hoy, el índice general de la principal bolsa china, la de Shanghái, se desplomaba un 8,45% hasta los 3.211,2 puntos. Con esta caída, la bolsa china de referencia ya se sitúa en números rojos en lo que va de año, al registrar una cotización inferior a la que tenía al inicio del ejercicio. Las pérdidas eran especialmente fuertes en las empresas del sector petrolero debido a la nueva caída del crudo en los mercados internacionales, y así PetroChina perdía un 9% poco antes de la media sesión, mientras que Sinopec caía un 8,21%.