El exsecretario del Consejo de Administración de Caja Madrid, Enrique de la Torre, aseguró ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que el expresidente de la entidad Miguel Blesa anunciaba verbalmente a cada directivo, al principio de cada ejercicio, el límite de gasto que podían cargar a sus 'tarjetas black'."Me decía tanto dinero y después lo empezaba a cobrar", señaló.
En la declaración judicial del pasado 9 de marzo De la Torre indicó que Blesa "decidía en el primer trimestre de cada ejercicio" la retribución fija de los directivos, la variable y los "límites de gasto" de sus plásticos, y que de ninguna de estas cantidades quedaba constancia por escrito. "¿Por qué no se documentaba?", pregunta en un momento de la comparecencia el juez instructor, Fernando Andreu. "No sé muy bien por qué no, pero no me pareció nunca tampoco nada, digamos, irregular", señala De la Torre antes de añadir que otras retribuciones como los bonus o las aportaciones en especie "tampoco se documentaban". "¿Y eso le parece normal?", insiste el juez. "No me parece irregular", replica el exdirectivo. "No le he preguntado eso, le he preguntado si le parece normal", añade Andreu, visiblemente enfadado. "Sí", contesta el compareciente.
"EFECTIVAMENTE LAS LLAME 'BLACK'"
Este rifirrafe no fue el único que De la Torre mantuvo en su declaración como imputado. A preguntas del fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón, el exsecretario del Consejo de Administración de Caja Madrid tuvo que explicar por qué en un correo dirigido a Blesa el 2 de enero de 2009 denominó las tarjetas "black a efectos fiscales" y aseguró que se trataba de un asunto "delicado" sobre el que había que evitar "filtraciones".
"Si yo efectivamente las llamé 'black', que es posible, no digo que no, me refería a tarjetas neutrales para los consejeros", aseguró el exdirectivo, quien explicó que utilizó ese término porque "la caja asumía el coste fiscal". En este punto, el fiscal insiste en preguntar por qué empleó el término 'black' si el sistema de retribuciones era correcto y no implicaba prácticas de "opacidad y ocultación".
"Con carácter general el tema de retribuciones me parece delicado y reservado, hay que llevarlo con carácter reservado", argumenta De la Torre. "Yo creo lo contrario, que debe ser algo transparente y tienen la obligación de comunicarlo al Banco de España y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores", replica Luzón.
BLESA Y BARCOJ, RESPONSABLES
De la Torre, que admitió haber entregado varias de las 'tarjetas black' a los directivos de la entidad, responsabilizó de esta práctica a Blesa, que se encargaba de fijar los "límites" de gasto, y al exdirector general financiero Ildefonso Sánchez Barcoj, que se ocupaba de las cuestiones operativas.
También señaló que unas tarjetas eran para "gastos de representación" y que otras constituían "un complemento salarial" que debía declararse como el resto de retribuciones.
"La caja entregaba anualmente un certificado de IRPF donde se especificaban las retribuciones (...). No sé si dentro de esas certificaciones está ese complemento salarial, que por otra parte coincidía al céntimo con el borrador de IRPF que me enviaba la Agencia Estatal Tributaria", explicó.
"Sí, claro, si el certificado de haberes, que es el que tiene Hacienda, se lo da la caja y no incluye lo de las tarjetas, ¿cómo no va a coincidir?", añadió con sorna el fiscal. En otro punto de su interrogatorio, le cuestionó si el sistema de retribuciones no le parecía "opaco y extravagante". "Se adoptó por razones de política salarial, por el mismo motivo que se hacen retribuciones en especie, como un coche", argumentó el imputado.