Son los otros políticos. Regidores, alcaldes y concejales que renuncian a su sueldo de político. Es el caso de algunos alcaldes, como el de Dodro, un pueblo de unos 3.000 habitantes que trabaja gratis. El edil de este pueblo de Galicia, Valentín Alfonsín, incluso pone dinero de su bolsillo para gastos derivados de la Alcaldía.
Alfonsín explica que, más allá del factor económico, su beneficio es moral: "Prefiero que mi sueldo se utilice para el pueblo y saber que he trabajado por ayudar a los vecinos". El alcalde argumenta además que, gracias a esta decisión, pudieron ahorrar 10.000 euros en la legislatura anterior.
Según la Ley, los alcaldes de poblaciones de menos de 1.000 habitantes no pueden tener dedicación exclusiva, pero pueden cobrar hasta 30.000 euros. Un ingreso al que el alcalde de Fresno de Cantespino, en Segovia, lleva 28 años renunciando. Es más, ningún miembro del equipo de Gobierno de esta localidad de 290 habitantes cobra por ejercer su cargo.
Su alcalde, Rafael Fernández, explica que siempre ha obtenido sus ingresos por otros trabajos: "He tenido empresas familiares que he compaginado con la Alcaldía y eso me ha valido para poder vivir". Y más allá de no recibir sueldo, muchos de los gastos relacionados con la Alcaldía han corrido a cargo de su bolsillo. Una gestión que el pueblo agradece ya que el Ayuntamiento no tiene deudas.
Sorprende también el caso del alcalde de Torrevieja, en Alicante. José Manuel Dolón rige este Ayuntamiento de más de 90.000 habitantes sin percibir sueldo alguno: "Con mi pensión tengo suficiente para vivir", asegura el jubilado Manuel Dolón, al frente de la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana y la quinta más poblada de la región. Además, defiende que esto va en beneficio de todos los ciudadanos, ya que se ahorra unos 71.000 euros al año.
Este ejemplo contrasta con el caso de alcaldes anteriores de esta ciudad, Eduardo Dolón y su antecesor Pedro Ángel Hernández Mateo, que percibían un sueldo bruto de 68.600 euros anuales. Hernando Mateo llegó a percibir un sueldo extra en el Ayuntamiento durante su último mandato (2007-2011) de más de 235.000 euros en concepto de indemnización por asistencia a plenos y juntas de Gobierno.
En los últimos años son muchos los políticos que han tomado nota y han decidido congelarse los salarios o incluso bajárselos, como es el caso de 14 alcaldes de capitales de provincia.