El primer ministro griego, Alexis Tsipras, aseguró que el Gobierno "no dará marcha atrás" a unas propuestas de reforma que necesita la sociedad y la economía y que han sido formuladas exclusivamente por Grecia.
Tsipras hizo estas declaraciones en una intervención en el Parlamento en la que pidió a los partidos de la oposición apoyo a las negociaciones "difíciles", "duras" y "sinceras" con los acreedores.
El primer ministro evitó entrar en los detalles de la lista de reformas, pero recalcó que no conllevan propuestas que agravarían la recesión, como el recorte de salarios y pensiones o los despidos masivos, medidas que la troika formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional habían exigido ya al Ejecutivo anterior.
Entre las reformas anunciadas para impulsar la recuperación económica y mejorar el funcionamiento del Estado, el líder del partido Syriza destacó la lucha contra el contrabando de alcohol, tabaco y petróleo, el control de las transacciones bancarias y empresas en paraísos fiscales, o un impuesto especial sobre la publicidad.
También anunció el incremento de los controles de Hacienda para combatir el elevado fraude en el pago del impuesto sobre el valor añadido y una lucha efectiva contra el trabajo ilegal.
Tsipras señaló que la amnistía fiscal que ha estado vigente durante una semana para todas las personas y empresas que devolvieran sus deudas a Hacienda ha permitido al Estado recaudar en tan solo siete días 100 millones de euros.
Reprochó al Ejecutivo anterior liderado por el conservador Andonis Samarás que con la iniciativa de permitir la devolución a plazos de las deudas fiscales tan solo logró recuperar 70 millones de euros en total.
También recordó que el Ejecutivo Samarás tan solo ordenó pedir información sobre 25 ciudadanos griegos de los más de 2.000 que figuraban en la denominada "lista Lagarde" de personas con depósitos en cuentas suizas sospechosas de haber evadido impuestos.