El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, ha exigido en una entrevista publicada por el periódico heleno 'Real' que los acreedores tomen medidas para reducir la deuda helena hasta hacerla "sostenible" y que asimismo disminuyan los objetivos de superávit a partir de 2018.
Tsipras se mostró confiado en que su país será capaz de volver pronto a los mercados y pidió al FMI que decida si participará o no en el tercer rescate "lo más pronto posible" para que desaparezca la "incertidumbre", algo que es "muy importante para Grecia".
Con respecto al último tira y afloja con la Comisión Europea sobre la fiabilidad de las estadísticas de la oficina nacional (ELSTAT), cuyo director Andreas Yeorgíu está siendo procesado por supuesta manipulación de datos, el primer ministro no quiso pronunciarse y dijo que el caso está "en manos de la justicia". La CE apoyó esta semana la exactitud de las estadísticas de ELSTAT entre 2010 y 2015 y pidió al Gobierno griego que se pronunciara en ese mismo sentido, algo que este rechazó.
El primer ministro heleno pidió por otro lado que se rompa la "doctrina Schäuble" de una "Europa (de economía) a dos velocidades" que, en su opinión "tendrá resultados muy desagradables" y que hace caminar a la Unión Europea (UE) hacia la "descomposición".
En ese sentido la cumbre de los países del sur de la UE que se celebrará en Atenas el 9 de septiembre, y en la que participará España, no tendrá como objetivo, afirmó Tsipras, "construir un bloque propio" sino que se centrará en "hablar de la necesidad de la cohesión social y de iniciativas de transferencia de fondos de emergencia a la región para volver al crecimiento y combatir el desempleo".
Tsipras incidió en que "el sur de Europa" debe buscar modos más activos de participación en política europea ya que, a su parecer, este no quiere ser "la periferia pobre de la UE" sino "un nuevo centro con agenda y propuestas para el desarrollo". Por otro lado el primer ministro heleno abordó el caso reabierto de las reparaciones exigidas a Alemania por la ocupación de Grecia por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y las calificó de "cuestión nacional y cuestión de honor para país ", al tiempo que anunciaba un "plan de trabajo con el fin de cerrar este tema debidamente".
Alexis Tsipras criticó a su vez al principal partido de la oposición griega, el conservador Nueva Democracia (ND), y su insistente llamada a las elecciones anticipadas y reiteró que su intención es que los próximos comicios se celebren en 2019 (cuando termina el mandato de cuatro años del Parlamento). Por último el primer ministro deseó una pronta "normalización" de la situación política en Turquía y señaló que no tiene previsto un "plan B" en caso de que fallen los controles de acceso de refugiados previstos en el acuerdo UE-Turquía, que hasta ahora "ha funcionado eficazmente".