El referéndum en el que participan los cerca de 5.400 trabajadores de la planta de Figueruelas (Zaragoza) ha llevado la incertidumbre a Aragón por cuanto de su resultado -sí o no al preacuerdo de convenio colectivo- dependerá el desarrollo de la economía aragonesa.
A las 13.00 horas del martes comenzaron a votar los empleados de Opel (marca del grupo francés PSA) en la planta zaragozana, entre los que no se incluyen los que no han renovado su contrato de relevo o los que están de vacaciones. Este miércoles, en cuanto la consulta haya llegado a todos los turnos laborales, acabará el referéndum y se sabrá el futuro de la fábrica.
Lo que votarán los trabajadores es el preacuerdo 'in extremis' que firmaron el lunes la dirección y la mayoría de representantes del comité de empresa, pocas horas antes de vencer el plazo que ambas partes se dieron a finales de la semana pasada. La negociación, esos días, había quedado en punto muerto porque, primero, los sindicatos decidieron suspender las negociaciones hasta que Opel estudiara una serie de requisitos indispensables, y después, porque la dirección optó por paralizar la producción del nuevo modelo del Corsa y bloquear una serie de inversiones.
Gracias a la mediación del Ejecutivo de Aragón se reanudaron las conversaciones el viernes y se marcaron de plazo hasta ayer. Tras una larga e intensa negociación, dirección y comité de empresa llegaron a un punto de encuentro.
Con la condición de que la compañía diseñe un plan industrial que permita mantener la planta a plena capacidad de producción, el preacuerdo prevé una vigencia del convenio de cinco años, hasta 2022, e incluye, entre otros puntos, congelación salarial en 2018, revisión de sueldos en 2019 y 2020 sobre el 50% del IPC y hasta el 60% en 2021 y 2022. Establece, además, que los trabajadores dejen de disfrutar de cinco minutos de pausa, una rebaja de pluses de un 5% y la reducción paulatina de los pluses por calendarios especiales.
El líder de UGT en la planta, José Carlos Jimeno, ha admitido que el preacuerdo es "duro" y que es "complicado" que la plantilla lo refrende, ya que supone "sacrificios". Sin embargo, ha pedido a los trabajadores que voten "con la cabeza y no con el corazón" porque se garantiza el trabajo para los próximos diez años. "Creo que está ganando el 'no' a la propuesta", ha señalado
"Ese es el valor que hay que poner encima de la mesa con toda la claridad del mundo", ha subrayado Jimeno, que espera que los trabajadores "voten en conciencia" y que el resultado sea positivo, aunque comprende que una parte de la plantilla pueda estar "enfadada" porque el preacuerdo representa una reducción de las condiciones laborales -en sueldos, en el peor de los casos alrededor de 90 euros al mes, según sus cálculos-.
La secretaria general de Industria de CCOO en Aragón, Ana Sánchez, ha asegurado que comprende "el enfado, la frustración y el malestar" de los trabajadores, pero les ha invitado a votar que sí porque, de lo contrario, sería "imposible retomar la mesa de negociación" con PSA. Sánchez ha reconocido que Figueruelas se encuentra en una "zona de riesgo" después de que la dirección anunciara la paralización del Corsa, si bien ha explicado que la negociación ha permitido que la empresa se eche para atrás en sus "pretensiones" de configurar las mismas condiciones laborales que la fabrica de Vigo.
La trascendencia de la situación en Figueruelas, de cuya producción depende en gran medida el sector auxiliar y las 25.000 personas que en él trabajan, ha llegado al terreno político. El presidente de Aragón, Javier Lambán, consciente de que está en juego la economía de la comunidad, pidió ayer "encarecidamente" a los trabajadores que acaten el preacuerdo a pesar de los "sacrificios" a los que se han visto abocados. A su juicio, el texto garantiza la "supervivencia" de Opel con "una fuerte pujanza productiva".
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha calificado de positivo el preacuerdo, ya que garantiza el futuro de una planta "que es importantísima tanto para la economía de Aragón como para la de España", y ha deseado que los trabajadores lo ratifiquen y así se garanticen los más de 5.000 puestos de trabajo de Figueruelas.