Huelga de transporte
La última vez que el sector transporte dijo basta y puso en jaque a la distribución en 2008
Una huelga de transporte en 2008 produjo largas retenciones y marchas lentas por diferentes ciudades de España, a la vez que pescadores protestaban por el precio del gasoil y el mal etiquetado de los productos importados.
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La huelga de transporte que comenzó en España el pasado 14 de marzo de 2022 hace recordar la convocada por elsector ya en 2008 por el mismo motivo, la subida del precio del combustible y su impacto en su trabajo diario, aunque en el paro indefinido de este año la guerra en Ucrania ha sido el principal agravante del encarecimiento de los carburantes.
En 2008, al igual que este año, los camioneros realizaban marchas lentas y concentraciones en diferentes puntos del país para reclamar el alto coste que tenían que sufragar y las pérdidas que registraban, provocando retenciones kilométricas en autovías y carreteras. Otro punto en común fue el respaldo del sector pesquero, también afectado por la subida del gasoil y con la flota amarrada en el puerto.
Reclamaciones en la huelga del transporte en 2008
En la autopista AP-7 en Barcelona, una de las principales vías de Cataluña, unos 400 transportistas autónomos cortaron el tráfico durante 20 minutos y a lo largo de 6 kilómetros. También saltaron vallas de protección e invadieron la calzada para reivindicar el alto coste de la gasolina. "Hace años atrás pagaba 300.000 pesetas en gasoil y hoy estoy gastando 800.000", denunciaba uno de los transportistas en Antena 3 Noticias. "Estamos teniendo pérdidas de un 35 a un 45%", señalaba otro. Los camioneros cortaron la Ronda Litoral, también en Barcelona, lo que provocó el caos circulatorio y centenares de camiones se quedaron inmovilizados en los arcenes de las autovías.
En Valencia se concentraron los transportistas, más de 200 conductores desde primera hora de la mañana provocaron 14 kilómetros de retenciones.
Reivindicaciones de los pescadores
En A Coruña los pescadores también reclaman el encarecimiento de los carburantes en 2008 junto a los transportistas. Los barcos quedaban amarrados en el puerto, mientras se regalaba pescado y los manifestantes denunciaban el mal etiquetado de los productos por la importación. "La administración lleva prometiendo...Pero se queda solo en palabras", apuntaba uno de los manifestantes del sector pesquero desde el puerto gallego. "Hasta la muerte, porque arruinados ya estamos y para estar arruinados me da igual que me peguen un tiro o que me lleven todo lo que tengo", añadió otro.
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Sobre la clasificación del pescado, los manifestantes aseguraban que se vendía como marisco gallego productos del extranjero. "No es pescado español, es pescado de Dios sabe dónde y con unas calidades y registros sanitarios inferiores", afirmó uno de los pescadores.
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