Ultramarinos
Ultramarinos, negocios de antaño que se niegan a desaparecer
Hasta hace poco, eran las tiendas de barrio más concurridas. Los ultramarinos surtían a los vecinos de los mejores productos Las grandes superficies les comen el terreno. Pero algunas, aún, resiten.
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Los ultramarinos son negocios de tipo familiar y que están abiertos casi todo el día, locales donde hacer la compra semanal o el recado a última hora. "Tenemos legumbres, tenemos conservas, tenemos un montón de cosas", explica Luis Arbiol, dueño de ultramarinos Gregorio Martin
Incluso son una excusa para socializar: "Pues hay gente que viene y dialoga con nosotros aquí", señala Jon Laviña- de ultramarinos Idoia. Muchos ultramarinos llevan acompañándonos toda la vida. Es el caso de Borja Romaña, dueño de ultramarinos Romaña: "Mi familia lleva aquí ya 75 años".
"Desde que estaba en la tripa de mi madre ya estaba esto", apunta. Son establecimientos en los que generación tras generación, los clientes han confiado y agradecido el trato familiar. "Tenemos Generaciones de clientes, es decir, tenemos a la abuela, tenemos a la hija, a la nieta incluso", destaca Luis Arbiol.
Sin embargo, ahora las tendencias de consumo son distintas las grandes superficies son la principal opción para hacer las compras. Lo que ha provocado el cierre de miles de ultramarinos en toda España. "Tristemente vamos camino de que desaparezcan", dice Borja.
Especial descenso de ventas todavía hay locales familiares que tratan de adaptarse para sobrevivir. Es el caso de ultramarinos Idioia, la tienda ha decidido abrirse una cuenta en Instagram. "Ahora compraremos platos hechos, pues bueno pues habrá que traer platos hechos", destaca Luis. Pero serán los clientes los que tengan la última palabra sobre el comercio local.
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