La Rioja

Uno de cada cuatro pueblos de La Rioja no cuentan con ninguna sucursal bancaria

En los últimos diez años han sido cerradas las únicas entidades financieras de 48 localidades.

La fachada de la antigua caja de ahorros

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Tricio es una de las últimos pueblos de La Rioja que ha vivido el cierre de su última oficina bancaria. Ha ocurrido hace poco más de un año. Tomás, vecino del pueblo, nos recuerda entre enfadado y resignado los tiempos en que contaban con hasta cuatro bancos.

Ahora, los algo menos de 400 vecinos de la localidad dependen de dos autobuses que funcionan como sucursales móviles. El problema es que solo llegan dos veces al mes. Una de las vecinas, que se ayuda de una muleta para caminar, se queja de que le resulta muy complicado subir las escaleras del vehículo. Otra mujer nos dice que se ve obligada a sacar de una vez todo el dinero que necesitará durante el mes. Mientras, otra se pregunta en qué situación quedan en caso de tener una emergencia.

Durante nuestra visita a Tricio coincidimos con María Ángeles, quien justo se dispone a coger su coche para desplazarse a Nájera, el pueblo más cercano, para sacar dinero en un cajero. Nos confiesa, con una sonrisa, que ha tenido que pedir dinero a su hermano para pagar los cafés.

Quienes tienen un vehículo, no pocas veces tienen que ayudar a algún vecino que se ha quedado sin dinero a acercarse al banco a Nájera para resolver su problema.

Para los comerciantes también es un paso atrás. Ana María, de la tienda del pueblo, se queja de que no puede ingresar todos los días los ingresos del comercio. Por su parte, Alfredo Osinaga, farmacéutico de Tricio, asegura que el trato de confianza y casi de familia, que tenía con los empleados de la sucursal no lo puede tener con la oficina móvil. Recuerda cómo antes le avisaban cuando había algún problema, mientras que ahora se puede quedar su cuenta en negativo y no enterarse.

Además, no contar con un banco hace menos atractivo el pueblo. El alcalde de la localidad, Manuel Martínez, asegura que perder cualquier servicio para el pueblo supone un duro golpe.

Tricio es solo un ejemplo de la España vacíada...de sucursales bancarias.

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