El presidente de USCA, Camilo Cela, está llamando a la calma a los controladores aéreos que se están ausentando de forma "masiva" de sus puestos de trabajo en los principales aeropuertos del país para protestar por el número de horas laborales anuales que el Gobierno ha fijado para este colectivo.
Los controladores aéreos están "muy nerviosos" por el real decreto ley aprobado en el Consejo de Ministros y que fija un máximo de 1.670 horas de tránsito aéreo anuales, motivo por el que se están ausentando de sus puestos de trabajo.
El Consejo de Ministros ha ratificado hoy el real decreto ley de medidas económicas que incluye el máximo de horas que pueden trabajar los controladores de tránsito aéreo y en que se incluye un nuevo modelo de gestión aeroportuario.
La norma destaca que para evitar las interpretaciones erróneas, como se venían produciendo, no se computarán en ese máximo anual, conforme con el real decreto 1001/2010 de tiempos de actividad y descanso, las correspondientes a las actividades laborales de carácter no aeronáutico.
Asimismo se autoriza al Gobierno a aprobar mediante real decreto las reglas relativas a las funciones de coordinación de franjas horarias, hasta ahora desempeñadas por AENA, y que en el nuevo modelo habrán de ser desempeñadas por un órgano independiente.
Además, el real decreto ley refuerza la garantía de la seguridad y continuidad de la prestación de los servicios de tráfico aéreo al aclarar las previsiones contenidas en la Ley 9/2010, reguladora de dicha prestación, en relación con las horas de "actividad aeronáutica" anual de los controladores de tránsito aéreo.
Tras esta aprobación, el presidente de USCA pidió calma y serenidad al colectivo tras la aprobación de las aclaraciones al cómputo de las horas de trabajo de estos profesionales. En el momento en que Cela apelaba a la calma a dicho colectivo, se cerraban las operaciones en el aeropuerto madrileño de Barajas, después de que los controladores abandonaran sus puestos de trabajo.
Al mismo tiempo se cerraba el espacio aéreo de Madrid, así como los aeropuertos de Palma de Mallorca, Ibiza y Menorca.
USCA acusó a AENA de haber hecho mal el cálculo de horas que no le permite garantizar el servicio, lo que muestra una vez más su mala gestión basada en la improvisación.