Avalancha de turistas

Los vecinos de las zonas turísticas, hartos de los visitantes: "Dejan basura y orinan en las calles"

Muchos vecinos de zonas masificadas están hartos de tanto turismo.

Quejas de vecinos por la masificación de turistas

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Más empleo, más ingresos y más reservas. Eso es lo que dice el sector turístico, que calcula un 10% más de ingresos este julio en comparación con el año pasado, así como 100.000 empleos más en la hostelería que en 2019. Ellos ven estos datos con mucho optimismo, nada que ver con los vecinos que viven en las zonas masificadas. Y es que ya son muchos los que están hartos de tanta gente y hablan de turismofobia.

Unos buscan sol y playa. Otros, lo típico, entre lo que se encuentran, por supuesto, las visitas obligadas. Y al final, la imagen que se repite en verano en más de media España es la de zonas masificadas.

Algunos culpan al turista de vandalismo. Es lo que ha ocurrido en una playa de Málaga. Un grupo de jóvenes ha destrozado una zona de hamacas durante un botellón. Es un parador que ahora está destrozado, lleno de sombrillas rotas y tumbonas reventadas.

Hay tanta gente que el despertador hay que ponerlo temprano: madrugar es la única manera posible que hay para coger un sitio en la playa o para aparcar.

En Tarifa, el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, ha recomendado evitar las playas durante este fin de semana y aconseja a los viajeros que se dirigen al norte de África en la Operación del Estrecho que crucen a Marruecos por el Puerto de Algeciras. Una medida con la que se pretende evitar que colapse la carretera, una vía "complicada" en la que "se producen muchos atascos".

Más turistas que vecinos

Tarifa tiene una población de algo menos de 20 mil habitantes, pero en verano se triplica y alcanza los 70 mil. Es decir, más turistas que vecinos. Algunos aseguran que "la tranquilidad se ha perdido", una señora se queja también que tiran basura, que orinan en la calle.

Eso en Tarifa, porque si vamos a Barcelona, donde el turista viene en masa, el que vive en la ciudad condal se quiere ir. Y si vamos a Santiago, orquesta y baile, ruido de tambores, guitarras, bailes... Es la alegría de los romeros que sufren los vecinos.

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