Huelgas de verano

El verano arranca con aviso de huelga de hamaqueros y servicios mínimos de socorrismo en las playas de Gran Canaria

Los socorristas de Maspalomas se quejan de que tocan a más de 3.000 personas por turno, lo que provoca que no puedan hacer su trabajo con seguridad y puede repercutir en la salud de los bañistas.

Flotador de socorrista

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Los trabajadores de los puestos de hamacas y sombrillas de San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria, han anunciado que el próximo fin de semana comenzarán una huelga indefinida para exigir mejoras laborales. "Llevamos desde 2013 sin convenio. Queremos que nos realicen exámenes médicos en la piel y un plus de peligrosidad por la exposición al sol, entre otras mejoras", explica José Juan Rodríguez, hamaquero. En plena temporada de verano, algunas de las playas más turísticas de Canarias como Maspalomas o Playa del Inglés podrían quedarse sin este servicio tan demandado por los turistas. "Hacen falta las hamacas, sin ellas se está fatal con lo que quema la arena", dice una turista del norte de la península.

Pero este no es el único problema al que se enfrentan los trabajadores de las playas del sur de Gran Canaria, la situación de los socorristas es todavía más grave, pero no pueden hacer huelga porque se encuentran en servicios mínimos e incluso por debajo en muchas ocasiones. Para cubrir servicios mínimos, deberían ser 18 por turno, y normalmente no son más de 16. "Una playa como Maspalomas, por la que pasan más de tres millones de personas al año solo la cubren tres socorristas y un patrón, si hacemos los cálculos, tocamos a más de tres mil personas, por socorrista al día, es inasumible", explica Kevin Castellano, patrón de rescate y socorrista.

Los problemas a los que se enfrentan los socorristas

Denuncian, además, las condiciones de deterioro que sufren las instalaciones en las que trabajan cada día: "Las torretas son inestables e inseguras, las infraestructuras altamente oxidadas y desgastadas y comemos entre ratas, cucarachas y otras plagas". Además, se quejan de que cobran sueldos muy bajos y con la subida de los precios, en parte debido a ser una zona tan turística, muchos de ellos tienen que pluriemplearse e incluso algunos han llegado a tener que pedir comida en el banco de alimentos.

La carga de trabajo es extrema para un personal que es de primera necesidad en las playas. "Que nos salven cuando tenemos un problema, que nos curen las heridas, son indispensables", dice una turista. Durante el año pasado, los socorristas de San Bartolomé de Tirajana asistieron siete paradas cardíacas, de las cuales consiguieron revertir seis, además de numerosos rescates acuáticos y de dar apoyo también en los rescates de pateras o cayucos.

"Soportamos una carga laboral extrema por déficit de personal que provoca que muchos profesionales abandonen este sector o que lleguemos a padecer depresiones y crisis de ansiedad constantes", asegura Kevin. La licitación de playa no se ha renovado desde el año 2017 y según los socorristas "las instituciones no dejan de pasarse la pelota de un tejado a otro" y piden que se tomen medidas para poder prestar un servicio de calidad ya que son profesionales que trabajan en este sector 365 días al año, y "no somos jóvenes con un trabajo de verano", dicen.

"Tenemos las vidas de multitud de personas constantemente en nuestras manos, una responsabilidad poco valorada", dice Kevin Castellano. Desde el Ayuntamiento aseguran que la licitación del nuevo contrato llegará pronto y culpan al gobierno anterior de un contrato vencido desde hace años con Cruz Roja, la actual concesionaria.

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