El miércoles pasado, Canadá hizo oficial el arresto de la próxima heredera de Huawei, Meng Wanzhou, por incumplir las sanciones impuestas de Estados Unidos a Irán.
Su detención no ha sentado bien en Pekín, quienes pidieron su libertad en el día de ayer. Este desencuentro podría distanciar aún más a las dos potencias, poniendo en peligro la tregua que ambas naciones habían pactado recientemente.
La detención de la directora financiera de la compañía china según informan los medios canadienses, se debe a una violación de las sanciones que Washington había impuesto a Irán. Presuntamente, Huawei podría haber exportado productos fabricados en Estados Unidos en territorio iraní. Por ello, Washington ha exigido la extraditación de Meng.
Este suceso reabre la brecha comercial entre ambos países. La detención de la hija del fundador de Huawei, considerada parte de la élite china, ha provocado la bajada de las acciones en Wall Street más de un 3% entre el martes y el jueves. También se han visto afectadas las bolsas europeas. En España el IBEX ha bajado un 2,75%, la mayor caída en el último año.
Recientemente, Huawei logró convertirse en el segundo mayor fabricante del mundo de teléfonos inteligentes; desbancando a Apple y posicionándose por detrás de Samsung.
Las instituciones chinas aseguran mantener contacto con las autoridades norteamericanas. Ambas naciones intentan calmar las tensiones del enfrentamiento para que el pacto alcanzado, por Trump y Xi Jinping, no quede de lado.