Mientras que a las calles argentinas el patriotismo ha regresado tras la expropiación de YPF, a nivel político, los expertos se preguntan cuáles son las verdaderas intenciones del Gobierno y cuáles serán las consecuencias negativas de su decisión.
Las reuniones políticas se han multiplicado en las últimas horas en Buenos Aires. El grupo parlamentario de la Unión Civica Radical, con el excandidato e hijo del presidente Alfonsín a la cabeza, busca salidas a un proyecto de ley que aplaca, al menos ante la opinión pública, la crisis energética.
O eso mismo piensa la oposición, más que en la razón oficial, que habla de la recuperación de la soberanía energética para expropiar YPF. "Parece que el Gobierno está buscando tener un responsable de su estrepitoso fracaso en materia de política energética", explica Juan Pedro Tunessi, del citado grupo político.
Hay voces que van más allá, como el alcalde de Buenos Aires, que se aventura a dibujar un escenario muy negativo a corto plazo. Desde el prisma de los analistas, la medida no fue una sorpresa, sino algo que se veía venir desde la reelección de la presidenta, tal y como sostiene Rosendo Fraga, analista político argentino.