El colectivo autodenominado como 'Yayoflautas', ancianos 'indignados' que protestan contra los recortes públicos por la crisis, vende comida a los manifestantes que a mediodía cortan intermitentemente el tráfico entre Paseo de Gracia y Gran Vía.
Ataviados con sus característicos chalecos reflectantes, ofrecen bocadillos, refrescos, zumos e incluso gazpacho "por la voluntad".
Aunque el enclave está rodeado de un gran despliegue policial, un camión con música da un ambiente festivo a la reivindicación de la huelga.
Entre los manifestantes se incluyen alumnos de dos institutos de Barcelona, que portan pancartas como 'La educación no es un negocio' y 'Le llaman recortes y no lo son, son privatizaciones'. Se trata de una veintena de estudiantes, que se suman a una afluencia mayoritariamente juvenil.