Yolanda Díaz insiste en que el Gobierno estudia topar el precio de los alimentos: "Es completamente legal"

Yolanda Díaz ha asegurado que el Gobierno "está estudiando todas las medidas" posibles para frenar la inflación y paliar sus consecuencias, incluido el tope del precio de algunos alimentos básicos de la cesta de la compra, como la leche o el pan.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha explicado este martes que el Ejecutivo está valorando y estudiando todas las medidas, incluida su propuesta de reunirse con las asociaciones de consumidores y con las distribuidoras para propiciar un acuerdo que establezca una cesta de la compra con 20 o 30 productos con precios máximos fijados.

Díaz ha subrayado que "es completamente legal", respondiendo así a varios ministros y políticos, como Patxi López, que han dudado durante las últimas horas sobre la legalidad de su propuesta y que ya se ha desplegado en otros países como Francia, con Sarkozy, con "efectos muy positivos".

Este martes, el portavoz del PSOE en el Congreso se sumaba a las declaraciones del ministro de Agricultura, Luis Planas, e insistía en que desde el Ejecutivo se ayuda "de la manera que podemos ayudar y no cometiendo algo que pudiera ser ilegal".

No obstante, la fundadora de Sumar ha reiterado en la necesidad de que los gobiernos busquen soluciones en un escenario condicionado por la inflación. "Hemos sufrido un incremento de precios en patatas, lechugas o naranjas entre un 500% y un 800%, por eso es un problema principal para Pedro Sánchez y para nuestro país", ha destacado. "El presidente del Gobierno está volcado en hacer justamente lo que estamos haciendo, que es mejorar la vida de la gente y bajar los precios".

Luis Planas, reacciona

Nada más conocer las declaraciones de Díaz, el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, aseguraba que no era posible poner en práctica la medida por motivos legales, especialmente por la normativa europea que prohíbe, en un principio, los acuerdos que fijan los precios de los alimentos. No obstante, la propia norma recoge que aquellos acuerdos que contribuyan a fomentar el progreso técnico o económico pueden contar con el visto bueno de Bruselas.

Los economistas, por su parte, explican que topar un precio de algunos alimentos puede reducir la oferta, provocar un desabastecimiento y fomentar el mercado negro.

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