La Comisión Europea y Reino Unido continuarán con las negociaciones del Brexit para conseguir un acuerdo antes de fin de año tras el fallido intento de concretar este domingo 13 de diciembre las nuevas relaciones comerciales.
El primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han pactado a través de una conversación telefónica seguir con las negociaciones del acuerdo comercial del Brexit para evitar una salida a las bravas del país inglés.
Ante el estancamiento de las conversaciones, ambas partes fijaron este domingo como fecha límite para redefinir el nuevo escenario comercial tras el Brexit. "A pesar del agotamiento después de casi un año de negociaciones, a pesar de que los plazos se han incumplido una y otra vez, creemos que es responsable, en este momento, hacer un esfuerzo adicional", afirmó la presidenta del Ejecutivo comunitario.
Prórroga de plazos
Entre los puntos que han estancado las negociaciones están los asuntos sobre la pesca y la competencia justa entre las empresas británicas y europeas. Si ambas partes no llegan a un acuerdo, su relación comercial quedará definida por las Organización Mundial del Comercio (OMC), con un horizonte de aranceles a las exportaciones e importaciones con graves consecuencias para ambas partes. "Hemos encomendado a nuestros negociadores que continúen las conversaciones y ver si se puede llegar a un acuerdo, incluso en esta última etapa", afirmó Von der Leyen.
El Brexit, celebrado en 2016, tenía previsto la formalización de la salida del club de los 27 el 29 de marzo de 2019, un acontecimiento que se produjo finalmente el 31 de enero de 2020. El plazo de transición acordado finaliza este 31 de diciembre, una carrera a contrarreloj para ultimar los detalles de la salida de Reino Unido y evitar la ruptura abrupta de los acuerdos comunitarios.
Medidas de contingencia
Mientras continúan con las conversaciones, Bruselas prepara las medidas de contingencia presentadas el jueves pasado. Un conjunto de propuestas para minimizar las consecuencias de una salida rápida de Reino Unido a partir de comienzos de año, con normas para el sector pesquero, las conexiones y la seguridad aérea y el tráfico rodado.