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Sequía

Agua de mar contra la sequía: las desaladoras pueden ser la gran solución

Debido a la ausencia de lluvias y a que los embalses marcan mínimos históricos, cada vez son más los ojos que miran a las desaladoras portátiles como alternativas factibles para producir agua dulce.

Desaladora de Huelva

Desaladora de HuelvaAntena 3 Andalucía

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Estamos habituados a verlas en catástrofes y grandes tragedias. Sirvieron para abastecer los cultivos de la isla canaria de La Palma, tras la erupción del volcán Cumbre Vieja en 2021. Las hay muy pequeñas, tanto que pueden caber en un maletín o ser transportadas en un remolque por un todoterreno. También enormes, como la de gran capacidad de la localidad almeriense de Carboneras, una de las más grandes de Europa.

Hoy, la sequía que azota la Península Ibérica desde hace años está borrando el factor de la excepcionalidad y ha puesto el foco en instalaciones intermedias. Hace unos días, la Junta de Andalucía anunciaba que preparaba desaladoras portátiles para diversas poblaciones de Málaga, debido al penoso estado de las reservas hídricas de la provincia.

Precisamente en Andalucía se encuentra también una de las empresas punteras en el sector, fruto de la fusión de la Sociedad Española de Tratamiento de Aguas (SETA) y Pht. Pionera en tratamiento de aguas y desalinización, actualmente cuenta con dos sedes, una ubicada en Rivas-Vaciamadrid (Madrid), donde se encuentra la oficina técnica y comercial, y otra en San Juan del Puerto (Huelva) que alberga toda la división de diseño, fabricación y montaje.

De allí salen desaladoras y potabilizadoras para medio mundo; no en vano, exportan el 80 por ciento de su producción. Su producto estrella son las desalinizadoras contenerizadas que, tal y como explica José Antonio Vargas, jefe de taller del grupo SETA Pht, son compactas, resistentes y extremadamente fáciles de transportar: "Estas llave en mano van en un contenedor, de manera que se pueden llevar a cualquier parte del mundo y esa es la principal comodidad que ofrecen. Las puedes mover donde quieras por tierra, mar y aire siempre que tengas los medios necesarios. La planta sale de aquí totalmente probada y testeada, por lo que una vez que llega al sitio se conectan tanto la entrada como la salida de agua, se le ponen los parámetros necesarios y la corriente eléctrica. A partir de ahí, comienza a funcionar".

Las plantas pequeñas suelen obtener la energía de un generador, pero las más grandes necesitan estar conectadas a la corriente eléctrica. En estos casos, su grado de eficiencia se revela como un importante factor añadido: "Estas plantas vienen ya con un sistema bastante novedoso en cuanto a la parte eléctrica, a la bomba de alta presión. Lleva su recuperador de energía, que es muy importante, porque recupera parte de la energía que necesita para producir agua para seguir produciendo, de manera que el motor consume menos. Es decir, que es una planta muy eficiente. Hay clientes que las complementan con placas solares, de manera que se convierten en sistemas autosuficientes".

Así funciona

Una planta enclaustrada en un contenedor estándar puede producir al día hasta 240 metros cúbicos de agua; o lo que es lo mismo, 240.000 litros. Suficiente para abastecer a una población de 2.000 personas. En el caso del agua desalada, aunque de buena calidad, no serviría para el consumo humano, pero sí para el riego, el aseo personal y del hogar y por supuesto, para uso industrial. Con los ajustes determinados, la desaladora puede convertirse en potabilizadora y así producir agua apta para beberla.

En cuanto a los costes, hay desaladoras desde 70.000 hasta 250.000 euros. Todo depende de las necesidades del cliente, los litros que necesite al día y la calidad del agua que espere. Son modulables y fácilmente ampliables, por lo que la versatilidad es otro de sus puntos fuertes.

Por el momento, el uso de las desaladoras en España es eminentemente industrial, pero en un futuro no muy lejano, su presencia puede ser habitual para salvar momentos de especial necesidad y largos periodos de ausencia de lluvias. Los datos que maneja SETA Pth y el incremento de la demanda así lo atestiguan: "En los últimos tres años estamos desbordados, tenemos todos los talleres funcionando a pleno rendimiento".

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