Aguas contaminadas
Los controles de calidad de agua potable son insuficientes porque no analizan los plaguicidas que se emplean ampliamente
Ecologistas en Acción presenta un informe que analiza el agua potable en busca de plaguicidas. Se han estudiado los datos proporcionados por las administraciones responsables del abastecimiento en 2021.
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Ecologistas en Acción ha presentado un informe en el que se analizan diversas aguas potables en busca de plaguicidas. La organización denuncia que las analíticas oficiales buscan plaguicidas históricos que ya no se emplean y señalan que, en su lugar, deberían medir los que se usan ampliamente en los campos. Además, los controles no se realizan en muchos municipios, por lo que se quedan sin información sobre la presencia de tóxicos en su agua.
Analizando el informe
El Real Decreto 140/2003 de 7 de julio, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano, dispone que “el agua destinada a la producción de agua de consumo humano podrá proceder de cualquier origen, siempre que no entrañe un riesgo para la salud de la población abastecida”.
El objetivo es establecer los criterios sanitarios que deben cumplir las aguas de consumo humano para proteger la salud de las personas contra los efectos adversos de cualquier tipo de contaminación de las aguas.
¿Qué le falta al informe?
Para esta organización, el informe no analiza los plaguicidas agrarios que pueden contaminar las zonas de abastecimiento por contaminación difusa. La información que están dando las autoridades responsables, encabezada por el ministerio de Sanidad, no es completa. No se recogen todas las poblaciones, por lo que no representa la situación real, al obviar los plaguicidas que realmente se emplean en la zona de abastecimiento.
Una de las mayores fuentes de contaminación difusa del agua es el uso de agrotóxicos: fertilizantes y plaguicidas. También hay una elevada presencia de plaguicidas tanto en las aguas superficiales como en las subterráneas.
El informe repasa también el caso de contaminación con herbicidas agrícolas en la zona de Les Garrigues, en la provincia de Lérida. Allí, en verano de 2022, no pudieron abastecerse de agua durante dos meses debido a su contaminación.
Desconocimiento de las responsabilidades
Según Ecologistas en Acción,la mayoría de las Comunidades Autónomas parecen desconocer este deber o no implementar sus responsabilidades. La organización les recuerda a las administraciones que deben realizar un control de plaguicidas en el agua potable más riguroso.
Deben asegurar tal y como obliga la legislación, que “el agua destinada a la producción de agua de consumo humano no entrañe un riesgo para la salud de la población abastecida”. Para ello, deben conocer y analizar qué plaguicidas se utilizan en su ámbito territorial y realizar medidas de reducción de la contaminación difusa si la hubiere, todo ello sin excluir a ningún municipio.
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