Naturaleza
La evolución del oso pardo, el carnívoro más grande de Europa
El área de distribución de los osos pardos se extiende a lo largo de 200 km en la Cordillera Cantábrica en 4 regiones: Asturias, Castilla y León, Galicia y Cantabria.
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El oso pardo es el carnívoro más grande Europa. Esta especie está experimentando un aumento de su población, y una repoblación en zonas como la Cordillera Cantábrica. Este plantígrado se ha convertido en un signo emblemático, además, aporta beneficios económicos a través del ecoturismo.
Áreas de estudio
El área de estudio de estos osos se encuentra en la Cordillera Cantábrica que incluye cuatro regiones administrativas: Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia. La Cordillera se extiende alrededor de unos 300k de este a oeste, con un rango altitudinal entre 1000 y 2600 msnm. Hay variaciones de clima y vegetación entre las vertientes norte y sur. Mientras que en la zona norte existe un clima atlántico con temperaturas templadas y precipitaciones abundantes, en la zona sur el clima es más frio y seco.
Protección y evolución de su especie
Su población empezó a estar protegida en el área cantábrica a partir de 1973, pero hasta la década de los 90 continuó disminuyendo, las causas: la mano del hombre a través de la caza y la destrucción de su hábitat.
En la evolución de su población ha habido tres momentos claves: El primer período conocido como periodo de declive entre 1982-1992, donde se alcanzó el tamaño mínimo de su población, hubo varios motivos como la división de su especie en dos subpoblaciones lo que influyó negativamente, debido a que la falta de apareamiento entre ambas especies hizo que se perdiera la diversidad genética y se deteriorará su población.
El período intermedio entre 1993-2002 cuando empezó a ser notable una recuperación y, la última etapa de 2023-2012 cuando el aumento empezó a ser notable.
Los planes de protección y los planes de recuperación contribuyeron a su estabilización a partir de la década de los 90, estos planes tienen 4 objetivos: Aumentar el número de ejemplares, establecer y reforzar el núcleo de cría, colonizar nuevas áreas y mejorar la conexión entre las dos subpoblaciones.
Los estudios que analizan la probabilidad de extinción y colonización de los osos reflejan que cuanto mayor sea el hábitat natural mayor será la posibilidad de colonización mientras que cuanto mayor sea la calidad del hábitat humano las posibilidades de extinción van a ser más altas.
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