Un grupo de estudiantes inventa un dispositivo para controlar las emisiones de CO2 tras el volcán de La Palma

Un grupo de alumnos del Instituto Eusebio Barreto de los Llanos de Aridane, uno de los municipios más dañados y afectados por la devastadora acción del volcán, han inventado unos prototipos para detectar el nivel de gases acumulados en los inmuebles de las zonas costeras de Puerto Naos y La Bombilla, así como para detectar la temperatura del terreno.

La implicación y las ganas de buscar soluciones

Conscientes de la necesidad de aportar y de buscar soluciones para los damnificados del volcán, varios grupos de estudiantes de 1º de bachillerato del Instituto de enseñanza Secundaria Eusebio Barreto, capitaneados por la profesora Cecilia Álvarez Leal, han ideado unos proyectos enfocados a minimizar los actuales problemas existentes, aún hoy en día, un año y diez meses después de que se produjera la erupción volcánica, en la zona costera de Puerto Naos y La Bombilla.

Se trata de unos sencillos, pero muy prácticos proyectos donde los alumnos presentan soluciones a diferentes problemas. Y precisamente, uno de los grandes problemas, entre otros muchos, que tienen aún en La Palma, son los gases que los científicos mantienen que se acumulan en los inmuebles de Puerto Naos y La Bombilla. Estos gases mantienen la zona restringida para los vecinos del lugar e impiden que los habitantes puedan regresar a sus hogares o centros de trabajo turísticos.

Uno de los prototipos que han diseñado estos jóvenes estudiantes, consiste en un medidor de Dióxido de Carbono. Se trata de una placa con un microprocesador de código abierto que va cosida a una prenda de ropa que alerta emitiendo una señal acústica cuando detecta que existe un nivel elevado de CO2 peligroso para la salud.

Otro equipo inventó un controlador diseñado con Arduino (plataforma abierta de software y hardware libres) para que en caso de que en un habitáculo cerrado aumente la concentración de CO2, la placa envíe una señal a un motor y active la ventilación forzada en el lugar para airearlo, aumentando así la cantidad de oxígeno.

Otro de los grupos, buscando mejoras en la agricultura y pensando en las plataneras a las que acuden los trabajadores del campo, diseñó un guante que permite medir la temperatura y la humedad de la tierra.

Es un desarrollo tecnológico perfectamente viable

Cecilia Álvarez Leal, física y profesora de Tecnología e Ingeniería, explica que estas ideas surgieron en una clase de 1º de Bachillerato. Los alumnos, tras la experiencia vivida por la devastadora acción del volcán, conocían perfectamente las necesidades existentes en el Valle de Aridane, buscaron información y determinaron que sus inventos irían encaminados a mejorar la seguridad para hacer frente a los gases volcánicos y a la temperatura de la tierra a la que se tienen que enfrentar tanto los vecinos como los agricultores que tienen que acceder a trabajar a las plantaciones de las plataneras.

Esta docente asegura que se trata de un desarrollo tecnológico perfectamente viable. "Ha sido muy interesante y enriquecedor trabajar con mis alumnos, ver su implicación y ganas de buscar soluciones".

Premiados en Talentum Future

El grupo de estudiantes, compuesto por 21 alumnos distribuidos en cuatro grupos y acompañados de su profesora, presentaron estos inventos dentro del programa Talentum Future en Tenerife, obteniendo todos ellos su correspondiente galardón. Fueron reconocidos con el premio al mejor trabajo en equipo, al mejor trabajo por el impacto social y económico y a la mejor presentación. Estos merecidos reconocimientos no solo premian la capacidad y el talento del alumnado. Además de esto también es un reconocimiento por su solidaridad y empatía con los problemas que viven muchos de ellos junto a sus familias.

El desafío Talentum Future tiene por objetivo la promoción de proyectos que contribuyan a la adquisición de habilidades y competencias para la innovación, la actitud emprendedora, el aprendizaje colaborativo y el trabajo en equipo. De esta manera, se pretende adecuar la enseñanza y la educación a través del dinamismo de problemáticas actuales, preparando a los jóvenes para que sean conscientes de la realidad insular con la que conviven en su día a día.

A tres meses de cumplirse los dos años desde que se produjo le erupción del volcán cerca de 3.000 personas siguen evacuadas sin poder acceder aún a sus viviendas.

Quizás ha llegado el momento de dar paso a la ingeniería informática como herramienta para apoyar a la geología y a la volcanología. Enhorabuena a todos ellos.

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