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Sierra del Guadarrama
La trashumancia como método anti-incendios en la Sierra del Guadarrama
La trashumancia regresa a la Sierra de Guadarrama para mostrar su patrimonio histórico y arqueológico, uniéndose dos recursos imprescindibles para el desarrollo sostenible en la comarca.
Desde hace cuatro años, en torno a 150 cabras guadarrameñas, autóctona de la Sierra del Guadarrama, atraviesan los municipios de El Bolao, Cerceda y Matalpino, por donde pasan recorriendo un trayecto de unos 70 kilómetros que dura 5 días.
“Tenemos cabras guadarrameñas que son autóctonas de la zona, están en peligro de extinción y son criadas en nuestro municipio”, asegura Javier de los Nietos, que no sólo es el pastor, sino que también es biólogo y ejerce de alcalde del municipio.
Ahora en octubre se encuentran en plena trashumancia, en su recorrido las cabras ayudan a limpiar el campo y la maleza que va creciendo, lo que disminuye el riesgo de propagación del fuego en caso de incendio.
"Se puede mantener el monte gracias al pastoreo, es una prevención muy clara frente a los incendios forestales." -como bien afirma el pastor, al que también acompañan dos perros: 'Beto', un perro de guardia de la raza mastín español y que se encarga de proteger al rebaño de ataques, de lobos o de robos por las noches, y 'Foggy', un perro pastor de la raza border collie, que se encarga de dar círculos al rededor del rebaño para que no se escape ninguna cabra.
En Madrid, es típico que cada año miles de ovejas atraviesen el pleno centro de la capital, por la Puerta del Sol, como solía hacerse antaño, con el objetivo de no perder esa costumbre y acercar a la gente la trashumancia, además de reivindicar el uso de las vías pecuarias para el ganado.
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