Las lluvias recargan de agua para todo el año al Monasterio de Piedra, en Zaragoza

El Monasterio de Piedra lo tiene todo. Se trata de un Monasterio cisterciense que fundaron 13 monjes hace 800 años en un entorno natural privilegiado y con un increíble monumento de la Naturaleza conocido como El Paraje Natural del Monasterio de Piedra. Está en Nuévalos, en Zaragoza y estas últimas lluvias le están dando un esplendor digno de contemplarse. De ahí que sea uno de los destinos del Turismo del Agua propio de la llegada del Otoño.

Clara Gormedino, directora de Comunicación del Complejo [[LINK:INTERNO|||Article|||634939940f97b0e4a2d60723|||Monasterio de Piedra]], explica ante los micrófonos de Antena 3 Noticias que estas lluvias son muy beneficiosas porque recargan los acuíferos superficiales pero también las aguas subterráneas que rebrotan durante todo el año. De esta forma, el caudal del Río Piedra que abastece este paraje es constante durante todo el año a pesar de la sequía. Es en otoño cuando vemos una belleza añadida que se esconde en los ocres de los bosques y una humedad que reverdece todo el Ecosistema.

[[DEST:L|||Las lluvias de Otoño disparan las cascadas y saltos de agua|||]]

Y el público no es indiferente a una época gloriosa para el Monasterio de Piedra. Por eso son muchos los que vienen a disfrutar del [[LINK:INTERNO|||Article|||6680331f1431ad0007941043|||Turismo del Agua,]] que se fotografían con las múltiples cascadas y saltos de agua, con los arroyuelos y con el Lago del Espejo, conocido por que se abastece del agua mineral que brota del suelo y que tiene una claridad asombrosa. De ahí el nombre del Espejo: porque los reflejos de los visitantes y del entorno en sí son sorprendentes.

Consecuencia de las intensas lluvias del último mes

En muchos lugares de España están lamentándose por los destrozos de las últimas lluvias, agricultores incluidos porque estas trombas de agua han destrozado muchas cosechas como las de girasol o maíz. Pero en cascadas así, como las que se pueden ver en el vídeo de la parte superior o como en cientos de ellas repartidas por todo el país, las últimas lluvias son una inyección de fuerza y caudalosidad que imprime un atractivo turístico enorme.

Pueblos como el de Nuévalos cercano al Monasterio de Piedra reciben a los visitantes con los brazos abiertos y una gran oferta hostelera y gastronómica. Y eso significa que las lluvias, el agua, dan empleo en la zona.

Lo que a veces parecen desastres, como pasó con Filomena, pueden tornarse en beneficios, pues Filomena abasteció de agua de forma lenta y continuada al Monasterio de Piedra durante años. Así que, si pueden acercarse en otoño, es un momento mágico de ocres y agua que abruma los sentidos. Pero si no disponen de la oportunidad y tienen que esperar al año que viene, al mes de agosto en medio de una ola de calor no se preocupe porque las lluvias de ahora que han cargado los acuíferos harán que las cascadas sigan cayendo en verano para usted.

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