Incendios
Mercedes Martín: "Incendios como el de Castellón son capaces de modificar las condiciones meteorológicas de la zona"
El incendio de Castellón es el primer gran incendio de la temporada y avanza sin control. Lleva arrasadas unas 3800 hectáreas y tiene una extensión de más de 30 kilómetros de perímetro.
Publicidad
Las autoridades investigan si una quema agrícola está detrás del origen del incendio forestal de Castellón, que ya lleva unas 3800 hectáreas calcinadas y con una extensión de más de 30 kilómetros de perímetro. Estas son las últimas mediciones de ‘Fire Information for Resource Management System’ (FIRMS), una herramienta que proporciona datos de incendios activos casi en tiempo real de la NASA.
Es el primer gran incendio de la temporada y avanza sin control. Apenas ha llovido, las temperaturas son muy altas y el viento está ayudando a que el fuego se propague hacia el Este. La UME ya está trabajando en esa zona, en la frontera entre Castellón y Teruel, y no lo está teniendo fácil.
El incendio es "muy violento" y ha obligado a cortar carreteras y a desalojar una decena de municipios. Según la Fundación Pau Costa, entidad dedicada a la investigación de los incendios forestales a nivel internacional, “este tipo de incendios superan la capacidad de extinción y son los que generan alarma civil y situaciones de riesgo: son los responsables de la pérdida de valores naturales y sociales de nuestros montes y los que generan mayor severidad”.
“Debemos olvidar que los incendios solo ocurren en verano"
Un invierno más caluroso, con temperaturas más elevadas junto al déficit prolongado de precipitaciones, han provocado que los incendios forestales cambien los patrones. No es una cuestión de calendario, sino de fenómenos climáticos. “Debemos olvidar que los incendios solo ocurren en verano. El régimen de incendios de ciertas zonas es más propio de invierno que de otros meses veraniegos. En estas zonas de montaña las tormentas veraniegas mantienen la vegetación hidratada, mientras un invierno con poca nivación y episodios de viento son los típicos que derivan en grandes incendios en zonas de montaña”, apuntaron desde la Fundación Pau Costa.
“El problema no es reducir el número de incendios, que en general se mantiene más o menos estable desde los últimos 15-20 años, sino el cómo se comportan estos. Es decir, el aumento del número de grandes incendios y su superficie media en relación con el resto de ellos”, insistieron. Para los profesionales de la extinción, un GIF (Gran Incendio Forestal) es todo aquel incendio forestal de más de 500 hectáreas.
Publicidad