Sequía
La sequía afecta al campo y deja sin claveles a Sevilla
La sequía también deja una situación crítica en el campo. En Sevilla, los claveles no han crecido por la falta de agua y no queda más remedio que tirar muchas de esas flores.
Publicidad
La falta de precipitaciones sigue generando problemas, también en el campo. Esta sequía ha hecho que los claveles no crezcan en Sevilla y la única solución ha sido tirarlos. Estos claveles han recibido menos de la mitad del agua habitual y, por tanto, han crecido menos de la mitad de lo habitual. Esto hace que las flores no tengan ningún valor.
Normalmente, se utilizan dos millones de litros de agua para regar los claveles. Sin embargo, este año no se ha podido alcanzar tal cifra ni de lejos, ya que solamente han podido utilizar 600.000 litros. Esta situación ha hecho que, de las tres veces al día que solían regar, solamente hayan podido hacerlo una vez al día.
Las pérdidas han sido muy notables ya que se han sufrido pérdidas económicas de miles de euros. Al dinero se le suma el tiempo. Estos agricultores han invertido todo un año en una cosecha que no ha dado los resultados esperados. Ahora se ven obligados a tirar gran parte de los claveles, a los que les falta altura. Normalmente, el clavel debe alcanzar los 70 centímetros de altura como mínimo y la clavinia los 50.
Las clavinias recogidas por los agricultores tan solo alcanzan los 30 centímetros, convirtiendo la venta de la flor en un imposible. En más de 35 años, estos agricultores de Lebrija, Sevilla, no habían vivido una situación igual. La temporada para ellos está perdida. Actualmente, siguen plantando a pesar de no saber cuál será su futuro, ya que sigue sin llover y ellos continúan sin agua.
100 días sin lluvia en Valladolid
La situación en el campo de Valladolid no es mejor que en Sevilla. En esta provincia llevan 100 días sin ver una precipitación. Los girasoles plantados allí están "raquíticos" y no han sido capaces de desarrollarse. Para agricultores como Ventura González, la cosecha va a ser "muy pésima, tanto en rendimientos como en calidad".
Toledo, con escasez de maíz
En una finca de Toledo, se prevé que la producción del maíz se reduzca al menos un 30%. "Estábamos regando con una periodicidad de 7, 8 o 9 días y ahora hemos llegado a periodicidades de 20 días", asegura el agricultor de esta finca donde el maíz tampoco crece lo suficiente. En conclusión: menos maíz y mucho más caro.
La ganadería también se ve afectada
Ganaderos como Paco también sufren las consecuencias de la escasez de producción en el campo a causa de la sequía. Esto les afecta directamente a la hora de alimentar a sus animales, aunque este no es su único problema. La falta de agua es el mayor problema al que este ganadero se enfrenta. Los vecinos a quienes les sobra algo de agua se la ofrecen a Paco, quien busca recursos como puede para abastecer a sus animales.
Cada vaca de esta ganadería bebe alrededor de 60 litros al día, una cantidad notable teniendo en cuenta la escasez actual. A la falta de agua se le suma el gasto del pienso. Este año, el sobrecoste por animal roza los 200 euros.
Publicidad