Reino Unido
El vídeo del aterrizaje imposible de un avión: intenta tocar suelo pero despega de nuevo por el fuerte viento
Las fuertes rachas de viento en Londres obligaron al piloto de un avión a despegar de nuevo cuando ya se disponía a aterrizar, ante las condiciones meteorológicas presentes en el aeropuerto de Heathrow.
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Sorprendente imagen la que se ha vivido en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, que es uno de los más importantes del planeta y el más cotizado en Reino Unido. Un avión que estaba a punto de aterrizar ha debido realzar su vuelo ante las fortísimas rachas de viento que estaban sacudiendo la capital británica, lo que ha provocado una inédita imagen.
El piloto que conducía la aeronave ha tratado de posar el avión contra el suelo, pero el viento, que estaba alcanzando velocidades de hasta 150 km/h, le impedía realizar cualquier tipo de maniobra. Pese a sus continuos intentos por hacer posible el aterrizaje, finalmente fue imposible y el comandante hubo de realzar el vuelo para evitar males mayores.
Las fuertes rachas de viento durante un aterrizaje pueden llevar a que el avión no mantenga el equilibrio e incluso podría llegar a provocar la muerte de pasajeros, por lo que el comandante decidió volver a despegar para que nada ni nadie pusiera en peligro la seguridad del avión, que finalmente aterrizó tiempo después de su primer intento.
Importante seguir las recomendaciones de vuelo
Todas las personas que hayan viajado en avión recordarán que, antes de que la aeronave se ponga en marcha, las personas que ejercen como azafatas de vuelo, dan una serie de instrucciones a los pasajeros para que tengan en cuenta en caso de que surja algún imprevisto que obligue a los viajeros a desalojar el avión, si su vida puede estar en peligro.
Pese a que dichas recomendaciones suelen pasar inadvertidas, ya se ha avisado en más de una ocasión que este tipo de pautas deben ser escuchadas por la posibilidad de que en algún momento, como ha ocurrido en este vuelo, pudieran ser necesarias. Para este suceso, lo más importante de cara a cualquier implicado habría sido desabrocharse el cinturón.
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