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tras las elecciones del 26m
Comienza la negociación en Barcelona: Maragall quiere un acuerdo con los Comunes y JxCat, pero ellos se rechazan mutuamente
El ganador de las elecciones en Barcelona, Ernest Maragall, quiere un pacto con los Comunes y JxCat para gobernar la alcaldía de Barcelona. Los de Colau apuestan por un acuerdo exclusivamente "de izquierdas", con socialistas y republicanos, pero no con JxCat ni con Manuel Valls. El problema reside en que con el veto de los socialistas no es posible formar gobierno en Barcelona.
El ayuntamiento de Barcelona se ha convertido en el objetivo del independentismo. El candidato a la alcaldía por Esquerra, ganador la mínima en las elecciones, quiere convertir Barcelona en la capital del secesionismo.
Pero Ernest Maragall no tiene mayoría para gobernar. Tras reunir a su equipo, busca una alianza con los Comunes de Colau y con el JxCat de Puigdemont. Con ellos tendría mayoría absoluta, pero Comunes y JxCat se rechazan uno al otro.
La alcaldesa y candidata de Barcelona Comú, Ada Colau, empezará mañana con el ganador de las elecciones municipales, Ernest Maragall (ERC), los "contactos" para que en Barcelona haya "un gobierno de izquierdas".
BComú ha explicado que, "en los próximos días", Colau se reunirá también con Jaume Collboni (PSC), que ha obtenido 8 concejales en las elecciones municipales y es la tercera fuerza del consistorio.
La ejecutiva de BComú definió la estrategia de las conversaciones para buscar un acuerdo exclusivamente "de izquierdas", con socialistas y republicanos, pero no con JxCat ni con Manuel Valls, apoyada por Cs.
Para los socialistas catalanes, la prioridad es evitar un alcalde independentista. "El peligro es que no seamos capaces de vertebrar una alternativa y entregar la ciudad al juego del independentismo", asegura Miquel Iceta.
El veto socialista a Maragall hace imposible el pacto querido por Ada Colau con socialistas y republicanos. Aquí entraría en escena Manuel Valls, líder de la lista de Ciudadanos. Si se aleja de la dirección nacional de la formación naranja podría ser el apoyo de Comunes y socialistas en un gobierno sin independentistas.
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