Las elecciones generales del 23J condicionan las vacaciones del rey

Habitualmente, las vacaciones del rey Felipe VI comienzan el mismo día que el presidente del Gobierno acude a su despacho en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca. Eso suele ocurrir la primera semana del mes de agosto. Esos días, el monarca acude al Club Náutico de la ciudad para participar en la Copa del Rey Mapfre de Vela. Posteriormente, los Reyes y sus hijas se marchan fuera de España para disfrutar de sus vacaciones privadas, cuya ubicación suele ser secreta.

En todo caso, este año el descanso de Don Felipe iba a ser más reducido de lo normal puesto que la regata de Mallorca es el día 5 de agosto y, diez días después, el 15 va a asistir a la toma de posesión de Santiago Peña, nuevo presidente de Paraguay. Como Jefe del Estado, Don Felipe siempre está presente en el traspaso del bastón de mando de los líderes latinoamericanos. Una forma de estrechar lazos entre España e Iberoamérica.

El día 17 de agosto coinciden dos situaciones especiales: se constituyen las Cortes y laPrincesa de Asturiascomienza su formación militar en Zaragoza. Doña Leonor acudirá con sus padres a la Academia General Militar. Allí, sus padres, los Reyes, podrán hacer una visita por las instalaciones con el resto de progenitores.

Ronda de contactos tras las elecciones

Entre el 17 y el 18 de agosto, Meritxell Batet, presidenta del Congreso en funciones, mantendrá una audiencia con el rey para entregarle la lista de los representantes de cada grupo político, que haya obtenido representación institucional, con los que Felipe VI mantendrá un encuentro. Estas reuniones suelen tener lugar durante dos días. En anteriores ocasiones, Don Felipe ha dedicado algo menos de una hora con cada candidato, a excepción de los partidos independentistas que suelen declinar este encuentro.

Después, el rey volverá a recibir a Batet y le informará, si hay un candidato que cuenta con los apoyos necesarios para poder formar Gobierno.