Elecciones municipales
Elecciones municipales: cuáles son los candidatos principales en Sevilla
Once son las candidaturas que compiten en Sevilla por los 31 concejales de su pleno. A las siglas de los grandes partidos, se suman otras tantas a las que ninguna encuesta otorga un solo concejal.
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Sevilla es probablemente la ciudad del mundo en la que más neologismos se han inventado en los últimos tiempos para evitar la palabra 'metro'. 'Tranvibús', 'metro en superficie', 'metrocentro', 'metro ligero' y un largo etcétera de expresiones y vocablos de nuevo cuño con los que los candidatos han eludido el debate que mayor preocupación y demanda despierta entre los sevillanos.
Se elude el debate pero, sobre todo, se elude la solución a un problema real, en una ciudad de 700.00 habitantes, que poco a poco se constriñe en sus propias costuras y que ve agotar los años ante el avance de otras ciudades españolas que la sobrepasan con hechos y sin teorizar tanto en el intento. Sevilla es la única gran ciudad española que aún no dispone de una red completa de metro, problema fundamental de su complicada movilidad, en la que también se incluye la nunca ejecutada circunvalación SE40, la desautorizada construcción de dos túneles bajo el Guadalquivir para salvar la conexión entre el este y el oeste andaluz, o incluso la desatendida posibilidad de ampliar y mejorar la navegación por el cauce del río.
Pero si la ciudad tiene un problema de movilidad, pocas propuestas han brillado al respecto en esta campaña electoral. La solución es cara, obliga a la colaboración de todas las administraciones del país y abre un abanico de soluciones técnicas alejadas de cualquier dogmatismo ideológico, lo que ningún partido parece en condiciones de poder garantizar y mucho menos de poder prometer. Por eso se ha hablado de metro -poco- y mucho más de los asuntos domésticos de cualquier ciudad, como la seguridad en los barrios, los carriles bici, el desorbitado aumento de los pisos turísticos, el afán por recobrar la gloria pasada de la Expo, de la limpieza -mucha limpieza, para la tercera ciudad más sucia de España, según la OCU- y hasta de convertir a Sevilla en una "ciudad amiga de los animales".
Propuestas y programas electorales aparte, y salvo sorpresas de última hora, a estas alturas conocemos ya varias certezas sobre la próxima composición del Ayuntamiento sevillano y sobre quién será el futuro alcalde de la ciudad la próxima legislatura. Y sabemos a ciencia cierta que el alcalde será con seguridad licenciado en Económicas y Empresariales (Antonio Muñoz por el PSOE, o José Luis Sanz por el PP). Sabemos que una mujer será decisiva para formar gobierno con alguno de ellos aunque no con cualquiera (que el orden de los factores altera el producto: Susana Hornillo por la coalición de izquierdas Con Andalucía, o Cristina Peláez por VOX) y sabemos que otros dos partidos actualmente representados en el pleno municipal (Ciudadanos con 4 concejales y Adelante Andalucía que ahora surge como escisión por la izquierda) tienen muchas probabilidades de desaparecer del mapa político local.
Antonio Muñoz (PSOE): solo ante el peligro
El actual alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz (La Rinconada, 1959), es un hombre acostumbrado a estar solo. Perdió pronto a sus padres y hace solo cuatro años que falleció también su hermana mayor, la que dicen que velaba por él como una madre y le llevaba los tuppers de comida a casa para que él pudiera ocuparse sin más contratiempo de la cosa pública. Su lema de campaña es 'Sevilla y sólo Sevilla', lo que además de una nota vital a pie de página, es una clara advertencia a navegantes de otras latitudes e incluso a los camaradas de su propio partido.
Su infancia y juventud transcurrieron en Málaga, donde su padre, albañil de profesión, fue trasladado cuando él tenía seis años. Allí estudió el bachillerato, se licenció en Económicas y Empresariales y se afilió al Partido Socialista en 1983. Desde entonces ha ascendido en la política local, empezando por su propia localidad natal, La Rinconada, donde fue concejal en dos legislaturas, hasta llegar a la alcaldía de Sevilla en plena celebración de la fiesta de Reyes Magos de 2022. Pero no fue un regalo de adoración en esa epifanía cristiana, sino una carambola del destino tras la renuncia del alcalde electo, Juan Espadas, que promocionó a la secretaría general de los socialistas andaluces.
Aunque laicista, disfruta especialmente de la Semana Santa sevillana y es posible verlo pasear con su pareja -el escritor Fernando Repiso, con el que lleva más de veinte años- por los rincones de la céntrica Alameda de Hércules en la que residen.
MBA por el Instituto Internacional San Telmo y Experto en Desarrollo Local por la Organización Internacional del Trabajo y las Naciones Unidas, ha sido Director de Hacienda de la Diputación Provincial de Sevilla, Director de Turismo de la Provincia de Sevilla y Director General de Planificación y Ordenación Turística de la Junta de Andalucía.
Entre sus logros, como verdadero especialista en la gestión turística y cultural, está el haber traído a Sevilla los Goya en dos ocasiones, la celebración de los premios MTV Europe o los Grammy Latinos que se celebrarán el próximo mes de noviembre, en su primera salida fuera de Estados Unidos. Pero, sin duda, de lo que más orgulloso se siente como alcalde de la ciudad es de haberla convertido, este mismo año, en la sede oficial de la Agencia Espacial Española.
En cierta ocasión, una chica lesbiana que tenía serios apuros para reconocer ante su padre su condición sexual, le agradeció a Antonio Muñoz el haberlo podido poner como ejemplo en tan delicada situación: "papá, el hombre más importante de Sevilla, su alcalde, es gay. Así que piensa que el talento de cada persona y su valía humana no tienen nada que ver con a quién ame ni con quién comparta su vida". Muñoz asegura que aquel padre se conmovió, aunque nunca ha desvelado si se trataba o no de uno de sus votantes.
Educado, hasta en las más agrias polémicas con la oposición en los plenos, este Gary Cooper de la política sevillana que va al gimnasio a las siete de la mañana, amante de los Smiths con los que abre sus mítines en Sevilla y que ha tenido el valor de prescindir en todo lo posible de Pedro Sánchez y de Juan Espadas en campaña -sus dos secretarios generales- enfila su primer encuentro en solitario con las urnas y con la ciudad, en un destino que llamó a su puerta cuando él sólo estaba de paso.
José Luis Sanz (PP): el hombre que no sabía sonreír
A José Luis Sanz (Sevilla, 1968) no le gustan las bromas. Aunque él mismo ha sido objeto de algunas de ellas durante esta campaña a causa de su rictus serio, él lo zanja de inmediato: "no me río porque yo me tomo en serio los problemas de Sevilla". En sus carteles electorales, que cuelgan en las farolas de la ciudad, Sanz tiene esa hierática y extraña pose de la Gioconda, de manera que si se observa desde el flanco derecho parece que ríe, mientras que si se observa desde el izquierdo parece que riñe. No es un efecto óptico: José Luis Sanz simplemente es así.
Ha gobernado la ciudad más rica de Andalucía, Tomares, desde 2007 a 2021, catorce años ininterrumpidos en los que ha influido de manera decisiva para hacer de este municipio del área metropolitana de Sevilla el de mayor renta per cápita de la región. La comparación es inevitable frente a su principal competidor político, el alcalde socialista Antonio Muñoz, puesto que ejemplifica lo que dos economistas pueden demostrar al frente de una gran ciudad andaluza: Sevilla cuenta con tres de los cuatro barrios más pobres de España, según el último baremo del Índice de Indicadores Urbanos del INE, y Tomares encabeza ese mismo ránking pero en sentido contrario, con la mayor renta.
A José Luis Sanz se le conoce en Sevilla como "el alcalde Tomares", aunque él lleve media vida soñando con ser el alcalde de Sevilla. Su sueño, para ser precisos, consiste en hacer de la capital andaluza esa gran urbe del Sur de Europa con un río navegable como el Sena, una eficaz conurbación como Madrid y una imagen internacional intacta como la de Málaga, ciudad a la que admira por sus grandes avances en estos últimos años y a la que respeta por tener un alcalde al que querría parecerse.
Sanz arrebató el Ayuntamiento de Tomares a la alcaldesa socialista que mayor apoyo popular había conseguido en toda la historia del municipio. Ahora quiere repetir la gesta en Sevilla, con su mismo rostro serio, la misma eficacia demostrada en la gestión y un proyecto de 20 nuevas medidas para la gran transformación de la capital de Andalucía.
En su partido ha sido mucho: secretario general de Nuevas Generaciones, coordinador general de Presidencia, vicesecretario general, presidente del PP de Sevilla, diputado en el Parlamento andaluz y, actualmente, senador electo por la provincia. En sus listas ha recogido a buena parte de los restos electorales de Ciudadanos, empezando por su exportavoz municipal, Álvaro Pimentel, que es hermano del exministro de Trabajo, Manuel Pimentel, con el que Sanz ha compartido muchas vivencias de su juventud política, y no todas buenas.
Está casado, es padre de dos hijos y tiene un perro que se llama Bani. También para él y los demás perros sevillanos ha encontrado un hueco en sus propuestas electorales y se compromete a hacer de Sevilla una ciudad "amiga de los animales".
Para este tipo serio, que no ríe lo mismo a la izquierda que a la derecha, y que se considera heredero de Juanma Moreno y de Alberto Núñez Feijoo, a los que querría ofrecer la en bandeja el Ayuntamiento más emblemático de Andalucía, nunca le ha sido fácil nada en la vida.
Sin aspavientos y sin excesos, hasta reconoce haber tocado al timbre de la casa de algún vecino y haber tenido que cenar más de dos veces en un solo día por no rechazar una buena propuesta electoral.
Susana Hornillo (Con Andalucía): pero no con todas ni todos
La coalición de izquierdas que lidera la ingeniera en Telecomunicaciones Susana Hornillo (Alcalá de Guadaíra, 1976) vive en una permanente tragedia griega en la que los padres a menudo devoran a sus hijos, los hermanos se alían o enzarzan en interminables disputas y los suicidios políticos están a la orden del día. La actual coalición de izquierdas, integrada por diversas formaciones entre las que principalmente destacan Podemos, Izquierda Unida y Más País, llega tras la desintegración de la actual Adelante Andalucía, que hasta ahora contaba con cuatro concejales en el Ayuntamiento sevillano.
Susana Hornillo es, de momento, la candidata de consenso que proviene de Podemos.
Doctora en Ingeniería de Telecomunicaciones, su especialidad es la propagación de ondas electromagnéticas, la ingeniería acústica y el tratamiento digital de señales. Todo eso tiene tan poco que ver con la política que hay que remontarse hasta sus orígenes para conocer de qué casta le viene el oficio y sus preocupaciones. Hija de electricista y de ama de casa, comenzó a participar como voluntaria en movimientos sociales para tratar de mejorar los servicios públicos de sus convecinos y frenar su pérdida de calidad de vida. Una cosa lleva a la otra y, entre sensibilidad social, feminismo y crisis permanentes en su propia formación política, esta alcalareña (de apellido Hornillo para un municipio, Alcalá, conocido como "el pueblo de los panaderos") ha terminado por ser la posible clave de bóveda si a los socialistas les pudiera hacer falta algún concejal para formar gobierno.
Es deportista, amiga de las actividades al aire libre y aficionada a la micología, que es un arte que requiere de extraordinarias habilidades de conocimiento y de prudencia para no cometer errores fatales.
Cristina Peláez (VOX): a la tercera le puede ir la vencida
Cristina Peláez (Sevilla, 1972) se presenta a alcaldesa de Sevilla por tercera vez en su vida. La primera ocasión, en el año 2015, ni siquiera consiguió representación municipal. La segunda, en 2019, obtuvo 2 concejales. Y en la tercera, la de este próximo domingo, podría ser fundamental para formar gobierno con el PP, eso sí, con el permiso de su líder nacional, Santiago Abascal.
Cristina Peláez es licenciada en Psicología por la Universidad de Sevilla y Máster en Dirección de Recursos Humanos. Su carrera política siempre ha estado vinculada a VOX, proyecto del que dice formar parte tras haber visto por televisión a Santiago Abascal en un debate y considerar que merecía la pena apoyar su partido para evitar el desastre de España y de su actual política. Ella está entre los cinco primeros afiliados de VOX en Sevilla y ocupa el número 663 a nivel nacional.
Es aficionada sevillista, devota creyente y amante de la Feria de Sevilla, a la que nunca acude de día si, por supuesto, no es con vestido de flamenca. Segunda de tres hermanos y madre de tres hijos, de los que dos de ellos son mellizos, no se considera rancia ni tampoco carca.
Las encuestas dicen que podría ser la segunda en el Ayuntamiento de Sevilla si su voto es necesario para que el PP pueda alcanzar la mayoría absoluta. No se sabrá hasta la noche del domingo, cuando deba poner en práctica sus conocimientos en “Ergonomía”, materia en la que se ha especializado, y que tiene que ver con las herramientas y las mejoras en los lugares de trabajo, incluyendo las posiciones que se adoptan al ocupar un sillón.
Su segundo apellido es Izquierdo. Pero, de momento, nadie la conoce por él.
Miguel Ángel Aumesquet (Cs) y Sandra Heredia (Adelante Andalucía) son los otros dos candidatos en discordia
Encuesta tras encuesta se da por hecho que en esta ocasión no tendrán representación en el Ayuntamiento de la ciudad y que los votos de sus respectivas formaciones engrosarán, para bien o para mal, esas mínimas diferencias que decidirán al nuevo alcalde sevillano. No corren buenos tiempos para estas dos formaciones políticas y probablemente ambos sepan de antemano que en su caso se trata de un último esfuerzo para la causa. No es poca. Porque es la causa de Sevilla.
Los partidos menos conocidos
Nunca han tenido representación municipal ni casi nadie les conoce, pero compiten en la mesa electoral de los mayores, con nombres que aparecerán en la papeleta de estas elecciones: Bienvenu Povele Kiladi (Por un mundo más justo), Clara Isabel Márquez (Pacma), Alexis Romero (PCTE), Natalia Vicente (Escaños en Blanco) y Joaquín Montañés (Falange Española y de las JONS). Todos ellos disputarán eso que en el recuento final se denomina 'otros partidos', mientras que las demás formaciones, para bien o para mal, sí figurarán con nombre propio.
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