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MODERNIZACIÓN DE LA JUSTICIA

Los diez minutos de un juez en espera: pitidos, música y contestadores automáticos para poder hablar con un testigo en el juicio a "Txapote"

A las complicaciones habituales en los miles de juicios que se celebran diariamente en España, a veces se suman los que provocan la adaptación tecnológica. Este lunes en la Audiencia Nacional el juez ha tenido que esperar diez minutos en línea para conseguir interrogar a un testigo.

El magistrado ha soportado impasible y comprensivo los intentos por conectar con uno de los testigos en el juicio contra el exjefe del aparato militar de ETA "Txapote". La videoconferencia era con un ertzaintza pero nada parecía funcionar. En la sala se ha podido escuchar cómo se llamaba, las voces grabadas habituales de los contestadores automáticos, músicas de espera y así durante diez largos minutos que finalmente han terminado con el deseado ¿jura o promete por su honor decir la verdad?

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