Unas 60.000 personas han contemplado hoy una exhibición aeronaval en la que más de 1.100 militares de los tres ejércitos han simulado un desembarco y rescate de rehenes en la playa de La Malagueta, con motivo del Día de las Fuerzas Armadas que se celebra este fin de semana en esta capital andaluza.
Presidida por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez, acompañado por la cúpula militar y altos cargos del Ministerio de Defensa, así como autoridades locales y autonómicas, la exhibición ha constituido uno de los principales actos de celebración del Día de las Fuerzas Armadas.
Pasadas las 11:30 horas comenzó el espectáculo con la aparición de la patrulla acrobática de helicópteros "Aspa" y varios aviones de combate realizaban un primer vuelo a baja altura sobre la playa para reconocer la zona. A pocos metros de la orilla se situaron el cazaminas "Segura", la fragata de combate "Álvaro de Bazán" y el portaaviones "Príncipe de Asturias", desde donde se iban a desplegar buceadores a bordo de lanchas rápidas de desembarco. Al mismo tiempo una decena de paracaidistas descendía para colocar los blancos para el inminente ataque aéreo al campamento donde se encontraban unos rehenes secuestrados por terroristas.
Las cerca de 60.000 personas, según la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento, repartidas a lo largo de los varios kilómetros de costa que abarcó la exhibición, han podido ver como infantes de marina y legionarios asaltaban la playa de La Malagueta. Mientras la fragata de combate "Álvaro de Bazán" y el "Príncipe de Asturias" hacían los primeros disparos. Con espectaculares movimientos también asaltaban la playa un grupo de buceadores que tomaban la zona donde se encontraban los rehenes. Minutos después entraron en escena aviones de combate F-18 del Ala 12 de Madrid y Harrier de la Armada, que simularon bombardear la zona de operaciones.
Finalmente y bajo el vuelo rasante de los cazas de combate, un grupo de militares de operaciones especiales asaltaron la base rebelde y liberaron a los rehenes, uno de ellos herido. En la operación también fueron detenidos cuatro terroristas y hubo que rescatar del agua a uno de los pilotos de los cazas, que había sido interceptado. Cuarenta minutos, acompañados por música de ambiente principalmente "heavy-metal" en los momentos de mayor acción, bastaron a los más de 1.100 militares implicados para cumplir su misión. El punto y final al simulacro lo puso la patrulla acrobática "Águila", del Ejército del Aire