El agente que ejecutó la grabación de los encuentros entre los cabecillas del caso 'Gürtel' y sus abogados en prisión ha comparecido como testigo de la acusación y de la defensa durante la segunda jornada del juicio que se celebra contra Garzón en el Tribunal Supremo por supuestos delitos de prevaricación y contra las garantías constitucionales por haber ordenado dichas intervenciones, unos hechos por los que se enfrenta a una pena de inhabilitación de hasta 17 años.
A preguntas de Ignacio Peláez, que ejerce una de las acusaciones particulares en esta causa, el funcionario señaló que el juez suspendido de la Audiencia Nacional le explicó expresamente que la claúsula para la preservación del derecho de defensa "era el marco" por el que se tenían que "guiar".
El policía ha reconocido ante el alto tribunal que era la primera vez que realizaba unas escuchas en prisión en el marco de una investigación por blanqueo de capitales, si bien tan sólo llevaba en la UDEF unos años y desconocía si ésto suponía una novedad.
Además, ha recordado que él pidió expresamente al titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 que le aclarara el significado de la claúsula dirigida a preservar la actuación de los abogados. Garzón le contestó que era a él, como juez instructor, quien "asumiría ese rol a la hora de valorar lo que pudiera o no pudiera afectar a ese contenido".
No controlaban si los escuchados eran letrados
Unicamente se aportaban, según este testigo, aquellas conversaciones que a su juicio tenían que ver sobre el objeto que se está investigando. Tampoco se tenia control sobre quien accedía a los locutorios, es decir, si los que se entrevistaban con los presos eran o no letrados, según ha reconocido el funcionario ante la Sala.
El primero en declarar como testigo ha sido el letrado Ignacio Peláez, autor de la querella que dio origen a la causa.Peláez, exfiscal de la Audiencia Nacional, es el abogado del empresario José Luis Ulibarri, uno de los imputados en el "caso Gürtel", y fue grabado en la prisión de Soto del Real (Madrid) cuando acudió a la misma a entrevistarse con los presuntos máximos responsables de la trama, Francisco Correa y Pablo Crespo.
Peláez ha destacado: "Mi gran preocupación es que todo lo que se ha oído no se ha trascrito". El letrado mantiene que hay elementos incriminatorios que él ha hablado con su cliente, el empresario José Luis Ulibarri, "y se están utilizando y no aparecen en las transcripciones".