Guerra Ucrania Rusia

La agónica resistencia de decenas de personas hacinadas en la siderúrgica Azovstal entre sangre, bombas y escombros

Rusia ha recrudecido su ataque sobre el último bastión que queda en pie de Mariúpol, Azovstal, donde resisten hacinados soldados y civiles. Las tropas de Putin, además, han destrozado con bombas el hospital de campaña.

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El Ejército ruso ha lanzado durante la pasada noche más de 50 ataques aéreos sobre la sitiada ciudad de Mariúpol, la más castigada desde el inicio de la guerra en Ucrania, y entre los explosivos había "una gran cantidad de bombas de fósforo", según ha denunciado el regimiento de Azov, integrado en el ejército ucraniano que resiste en la ciudad.

Mariúpol está reducida a escombros y solo queda en pie la siderúrgica Azovstal, donde resisten de manera agónica, y hacinados entre escombros, unas 2.000 personas entre civiles y soldados. El nuevo ataque ruso destruyó el hospital de campaña levantado en dicha ciudad, un bombardeo que dejó el precario edificio lleno de humo, heridos y escenas de pánico, como se aprecia en video que acompaña a esta noticia.

Así, tras la caída de este hospital improvisado, levantado en un recinto ferial, a las tropas rusas solo les queda por tomar Azovstal, el único área de Mariúpol que no ha sido aún conquistada por las fuerzas de Vladimir Putin.

Guterres se compromete a evacuar Mariúpol

Mientras, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha admitido el fracaso de la comunidad internacional a la hora de detener la guerra en Ucrania, al tiempo que se ha comprometido a hacer "todo lo posible" para evacuar a los civiles de la acería Azvostal de la ciudad ucraniana de Mariúpol.

"Hacemos todo lo posible para que se haga realidad. Mi primera y única prioridad son las personas que sufren y los ciudadanos que tienen que ser rescatados", ha dicho en una rueda de prensa en Kiev tras reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Guterres alcanzó el martes un principio de acuerdo con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, sobre la participación de la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en la evacuación de Azvostal, donde permanecen refugiadas unas 1.000 personas junto a unos 2.000 soldados ucranianos.

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