La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha apostado este lunes por "replantearse" las medidas de seguridad en las centrales nucleares en caso de un accidente atómico grave en Japón tras el seísmo; pero sí no ese produce ha afirmado que esta energía "es incluso más segura de lo que se pensaba".
"No hay que ser dogmático tampoco en este asunto. Si resulta que resiste el mayor terremoto de la Historia una central construida hace 40 años (en referencia a la de Fukushima, dañada tras el fortísimo terremoto) sin que haya un accidente de consecuencias graves podríamos pensar que la energía nuclear es más segura incluso de lo que pensábamos. Si hay consecuencias graves habría que estudiar cómo debe ir en el futuro y tener previstas las consecuencias", ha indicado Aguirre durante su participación en el Foro 'La razón de', organizada por el diario 'La Razón'.
La presidenta regional ha señalado que no ha querido rehuir el debate nuclear cuando "hoy todo el mundo mira con preocupación a Japón para saber cómo responden sus centrales nucleares con el seísmo", pero ha recordado que, por el momento, el accidente más grave de la Historia se produjo en Chernóbil, "fruto del desprecio a los ciudadanos de los regímenes comunistas".
Preguntada por su opinión sobre la instalación de una central nuclear en la Comunidad de Madrid, Aguirre ha manifestado que en este punto "tampoco es dogmática" y ha respondido que se estudiaría "detenidamente" el proyecto aunque, hasta ahora, "no se ha planteado".
La líder regional también ha hablado de la política energética en general para criticar primeramente la reciente medida del Gobierno de reducir a 110 kilómetros por hora como velocidad máxima en autovías y autopistas. "Es una ocurrencia inconexa propia de un Gobierno con problemas y sin soluciones. La medida es el fracaso del modelo 'biempensante' en que los socialistas han creído y siguen creyendo", ha definido.
Aguirre también ha arremetido contra las "subvenciones descontroladas" concedidas por el Ejecutivo central a las energías fotovoltaicas y del carbón porque, a su juicio, ha contribuido a que los españoles a que se mantenga el déficit multimillonario con las eléctricas y que los ciudadanos paguen la luz "más cara" de Europa y tengan la factura "más opaca".
En este sentido, la presidenta regional ha explicado que sólo el 53 por ciento de lo que cada usuario paga en dichas facturas se destina realmente al coste de la luz, mientras que el 47 por ciento restante se destina a otros impuestos, a amortizar las dos centrales nucleares que se construyeron y nunca llegaron a funcionar y a subvencionar la extracción de carbón y las energías fotovoltaicas. "Un megawatio producido con energía eléctrica cuesta seis euros, con petróleo y gas 60, con energía eólica 90 y si su origen es fotovoltaico 230 euros", ha apostillado.
Por todo ello, Aguirre ha defendido una "reforma en profundidad" del sistema energético para que España sea "más competitiva", pero ha renunciado a que para conseguirlo se aprueben normas que atenten contra la libertad del ciudadano, entre las que citó la reducción del limite de la velocidad. "El asunto de la energía se podría orientar aprovechando la crisis. Hasta socialistas como (el expresidente del Gobierno, Felipe) González se han manifestado abiertos a discutir estos temas", ha añadido.