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ANTES Y DESPUÉS DEL CASO NÓOS

El aislamiento y la soledad de Iñaki Urdangarin

Hasta no hace mucho, era habitual ver la imagen de los Duques de Palma junto a los Reyes en actos oficiales y durante las vacaciones en Mallorca. Pero el escándalo Nóos obligó a modificar el protocolo de representación e imagen.

En 2004, Iñaki Urdangarin y su socio decidieron crear el Instituto Nóos. Una fundación sin ánimo de lucro que convirtieron en el centro de operaciones para sus contratos con diferentes administraciones. Las sospechas sobre las verdaderas actividades de la fundación truncaron sus negocios. A partir de ese momento la vida de los Duques de Palma cambió por completo.

En 2006 la Casa del rey empezó a sospechar de las actividades de Iñaki Urdangarin, y encargó al Conde de Fontao, hombre de confianza del Rey, que investigase las actividades profesionales del Duque de Palma. Las recomendaciones fueron muy concretas: El Duque de Palma tenía que abandonar la presidencia del Instituto Nóos y buscar otro trabajo fuera de España.

Dos años más tarde él y la Infanta Elena se fueron a vivir a Washington. Mientras, la policía andaba tras sus pasos. Y registró la sede del instituto Nóos.

Con este panorama, la Casa del Rey decidió apartarle de los actos oficiales. Consideraba que su comportamiento no era ejemplar. La última vez que se le pudo ver junto a la Familia Real, fue el 12 de octubre del año pasado.

Sólo la Reina viajó hasta Washington para darles su apoyo. Allí Urdangarin se enteró de que había sido imputado por cinco delitos. Y que tenía que declarar ante el juez.

Pese a todo, los Duques de Palma continuaron con su vida en Estados Unidos pero con la mirada puesta en España. Sus viajes a nuestro país eran continuos.  Ella por cuestiones de trabajo y él para preparar su defensa, hasta que este verano decidieron instalarse definitivamente en Barcelona.

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