El Ayuntamiento de Girona deberá repetir el acto de investidura del alcalde, Albert Ballesta, celebrado el pasado viernes día 22, ya que los servicios jurídicos municipales han apreciado un defecto de forma en la fórmula empleada, puesto que ni juró ni prometió el cargo.
Según informa el consistorio, Ballesta deberá someterse nuevamente a la votación de los concejales, por lo que se ha introducido en el orden del día del pleno ordinario previsto para este lunes un punto urgente para repetir la toma de posesión.
El sustituto de Carles Puigdemont, actual presidente de la Generalitat, al frente del Ayuntamiento de Girona empleó en su investidura la fórmula propuesta por la Asociación de Municipios (AMI) por la Independencia para este tipo de situaciones. Esa manifestación de tinte soberanista exige, sin embargo, que la acompañe el necesario juramento del cargo, que Albert Ballesta no pronunció.
La portavoz municipal del PP en el Ayuntamiento gerundense, Concepció Veray, ya advirtió el día de la investidura de que la fórmula utilizada por Ballesta era ilegal y que pondría el asunto en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno de España. Sin embargo, esa institución ha informado de que no ha tenido opción de intervenir, ya que los servicios jurídicos municipales han sentenciado antes que el protocolo debe repetirse.
Albert Ballesta deberá repetir todos los pasos dados el pasado viernes y tomar primero posesión del cargo de concejal, condición de la que carecía, ya que ocupó el número diecinueve en la lista de CiU en las elecciones. Ballesta se incorporará en lugar de Carles Puigdemont al Grupo Municipal y, posteriormente, deberá jurar o prometer que asume la alcaldía de Girona.
El protagonista ha sido quien le ha comunicado a los diferentes partidos de la oposición que el pleno debía incorporar ese punto urgente en el orden del día. El acceso a la Alcaldía de Albert Ballesta había estado precedido por un largo debate en el seno de CDC y del resto de integrantes de la coalición que se presentó a las elecciones municipales bajo las siglas de CiU, incluido Demòcrates de Cataluña, a la que pertenecen ahora los concejales que entonces comparecieron por Unió.
Diez días después de que Carles Puigdemont renunciase al cargo para asumir la Presidencia de la Generalitat, la decisión fue escoger a Ballesta, responsable del Departamento de Interior de la Generalitat en la provincia, como candidato de consenso, pese a que no formaba parte del Grupo Municipal.