La dirigente de la CUP, Anna Gabriel, ha afirmado que seguirá luchando por la independencia de Cataluña desde Ginebra, a donde ha huido de la Justicia española, que la investiga por rebelión en el proceso independentista catalán. En una entrevista concedida al diario 'Tribuna de Ginebra', la exdiputada señala que, tras dictar el miércoles el juez del Tribunal Supremo español Pablo Llarena una orden de detención nacional, no hace planes a corto plazo, a la espera de las decisiones de la Justicia de su país.
No obstante, "a largo plazo" pretende retomar su tesis doctoral sobre "el derecho de los pueblos a la autodeterminación". Gabriel fue profesora de Derecho en Barcelona. "Seguiré también luchando por la independencia de Cataluña y por los derechos humanos en general", dice Gabriel en la entrevista.
Preguntada si la orden de detención nacional le alivia un poco porque no se trata de una a nivel internacional con fines posteriores de extradición, Gabriel dice que "en absoluto", pues esta decisión del juez Llarena "ya es muy grave". "Más aún cuando yo no he hecho nada contra la ley. He defendido el referéndum sobre la independencia, efectivamente, en intervenciones parlamentarias o en entrevistas, pero jamás he recurrido a la violencia", reitera Gabriel.
También vuelve a sostener que el Gobierno español y los medios de comunicación nacionales ya la han "condenado". "Lo que cambia es que sé que ya no podré volver" a España por la orden de detención, lo que "es un gran giro en mi vida", afirma Gabriel, quien de momento solo ha hablado con medios suizos y catalanes, al igual que su abogado suizo Olivier Peter.
Sobre la posibilidad de que pida asilo en Suiza, Gabriel dice que permanece "atenta a los movimientos del Estado español", pero que si "la persecución política se intensifica tendremos (ella y su abogado) aún más razones válidas para solicitar el asilo".
La dirigente de la CUP afirma desconocer si las declaraciones de un portavoz del Departamento de Justicia de Suiza sobre que una solicitud de extradición sería rechazada si en España se le acusa de delitos políticos pueden influir en las decisiones del juez español.
Igualmente reitera que su "responsabilidad es denunciar la situación que reina en España actualmente y las lagunas democráticas de ese país" desde Suiza. "No es una decisión que uno tome fácilmente. He dejado atrás mi trabajo, mis amigos y mi familia, pero pienso que al haber partido (de España) contribuyo a la acción democrática", insiste.
Explica que ha elegido la ciudad de Calvino como refugio por "el valor simbólico de la Ginebra internacional", ya que alberga la sede europea de la ONU y de varias otras organizaciones internacionales y ONG especializadas en Derechos Humanos. "Suiza, además -agrega Gabriel-, es un país en el que mis derechos fundamentales son protegidos mejor" y donde ha recibido "varias muestras de apoyo de políticos y de ciudadanos solidarios", asegura.