El vicesecretario Sectorial del PP, Javier Maroto, ha asegurado que su partido será "absolutamente generoso" para conseguir que PSOE y Ciudadanos faciliten la investidura de Mariano Rajoy y que el PP tiene "extrema voluntad de hablar de todo".
En ese "todo", el PP incluye la posibilidad de "suavizar" algunos aspectos de la reforma laboral, asumiendo que se hizo muy rápido, y asuntos de la Ley de Seguridad Ciudadana o 'ley mordaza'. En resumen, ha hablado de "no dejar ningún tema sin tocar" para conseguir el sí de Ciudadanos a la investidura y la abstención del PSOE, "como mínimo".
No obstante, en una entrevista en la Cadena Ser, Maroto ha recuperado el reproche que los 'populares' dedicaron al PSOE en los meses posteriores al 20D y, como entonces, ha afeado al líder socialista, Pedro Sánchez, su "no es no" y "qué parte del 'no' no han entendido".
Así, ha advertido a los socialistas de que los 'populares' no pueden mejorar su documento de ofertas mientras la respuesta sea "no es no".El dirigente 'popular' ha lamentado que el PSOE no haya querido ni siquiera leer las propuestas que le envió el PP y que Ciudadanos esté instalado en el "ahora no, ya veremos después".
Preguntado si está habiendo contactos discretos entre PP y estos dos partidos, Maroto ha asegurado que se les está explicando que la propuesta 'popular' podría titularse "no a las líneas rojas", con las salvedades de la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles, cosas que tampoco discuten PSOE y Ciudadanos.
Por eso, ha dicho que le extraña que el PSOE quiera que los socios del PP sean el PNV, que ha pedido el acercamiento de presos de ETA, y de CDC, que quiere la independencia de Cataluña. Según ha dicho, esas sí son "líneas rojas" que el PP no va a traspasar así que quien así lo pide está "planteando cuestiones estériles".
Es más, está convencido de que "los socialistas, de base, los de buena fe", que tienen "un concepto similar" al de los 'populares', no quieren ese camino. Para el PP, "es más práctico" negociar con el PSOE "y más útil para el país". Eso sí, ha admitido que con el PNV y con CDC el PP puede llegar a acuerdos en cuestiones presupuestarias o fiscales.
La reforma laboral se puede "suavizar"
En relación con la reforma laboral, se ha mostrado dispuesto a "modificar y suavizar algunas cuestiones" porque, según ha dicho, se adoptó en 2012 "con mucha premura para evitar un rescate social" y "casi sin el tiempo necesario para fraguar un consenso más amplio". Sin embargo, ha insistido en que tanto el PSOE como Ciudadanos se niegan a sentarse a hablar.
Y, sobre la Ley de Seguridad Ciudadana o 'ley mordaza' ha afirmado que, como "muchos ciudadanos", no quiere escenas en la puerta del Congreso con "supuestos pacifistas aporreando a policías", pero ha dicho que el PP está dispuesto a estudiar asuntos "más administrativos" o lo que le planteen otros partidos.
De hecho, ha reconocido que los 'populares' tienen que ser "hábiles" y reconocer el hecho de que ahora las mayorías en el Congreso han cambiado, y podrían derogar leyes. Sin embargo, ha advertido de que no se puede hacer "como que no existe" el Gobierno, porque hay cosas que hay que pactar con él, como el techo de gasto o los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que no puede plantearlos la oposición.
Sin subida de pensiones ni suelos de funcionarios
En este punto, ha insistido en la advertencia de que si no se aprueban a tiempo los Presupuestos Generales del Estado "pagarán las consecuencias" pensionistas y funcionarios, porque con la prórroga presupuestaria no se actualizarán sus sueldos y pensiones. Eso sí, ha admitido que las subidas que prevé el PP serían "moderadas", un 0,25 por ciento en el caso de las pensiones y un 1 por ciento en el de los sueldos.
Pese a acusar a PSOE y Ciudadanos de "bloqueo", no ha querido descartar que la sesión de investidura pueda ser la semana del 2 de agosto. "Soy una persona pragmática y posibilista, trato de ver el vaso medio lleno", ha dicho, y ha afirmado que él tiene "confianza" en las reuniones del Rey con los líderes políticos.