Cataluña
Pere Aragonès pide un "acuerdo de claridad" para celebrar un referéndum a la canadiense
Pere Aragonès ha propuesto al Gobierno central llegar a un "acuerdo de claridad" para pactar un referéndum de autodeterminación, apostando así por la llamada vía canadiense.
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A pocos días de que se cumplan 5 años del referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña, su presidente, Pere Aragonès vuelve a la carga y propone lo que llama un "acuerdo de claridad". Un instrumento que establezca las bases para celebrar un referéndum pactado como en Canadá.
El presidente de la Generalitat quiere negociar con el Gobierno central un "acuerdo de claridad" para pactar un referéndum de autodeterminación, a través de la llamada vía canadiense, para la que tratará de sumar alianzas en Cataluña con actores políticos, sociales, económicos y sindicales.
El plan de Aragonès pasa por formular una propuesta "inclusiva", "escrupulosamente democrática" y "homologable a nivel internacional", que se inspira en los referendos de independencia pactados entre Canadá y Quebec o entre Reino Unido y Escocia.
¿Qué es la vía canadiense?
La vía canadiense se remonta al año 2000, cuando el gobierno de Canadá aprobó una Ley de Claridad, que establecía que el Parlamento de Ottawa debatiría, 30 días antes del referéndum, si la pregunta que el Gobierno de Quebec formulaba a sus ciudadanos establecía claramente que el objetivo de la consulta era la independencia quebequesa.
La norma otorgaba al Parlamento canadiense la facultad de decidir si los votos obtenidos por los independentistas bastaban para imponerse y se estipuló que la mayoría simple no era suficiente, además de especificar asuntos que entrarían en una supuesta negociación, como fronteras, reparto de propiedad pública, deuda nacional o derechos de minorías lingüísticas y naciones indígenas.
Anuncia también medidas anticrisis
Este lunes se ha celebrado el Debate de Política General (DPG) con el que se inicia el nuevo curso político en Cataluña. El debate, que tiene lugar en el Parlament, ha servido al presidente de la Generalitat para anunciar un plan de medidas anticrisis para combatir la subida de los precios.
El líder de ERC ha definido el paquete como un "escudo social" que dispondrá de un total de 300 millones de euros que se repartirán en ayudas especialmente enfocadas en las familias vulnerables del territorio catalán, cuyo número asciende a más de 100.000. Asimismo, buscarán proporcionar soporte a los jóvenes, al resto de familias y a las empresas.
De esos 300 millones de euros, 100 serán para ayudar a esas familias de rentas más pequeñas. Concretamente, se entregará un total de 100 euros por cada hijo en edad escolar, debido al aumento del gasto en material para el colegio. Esto se hará con una deducción del tramo autonómico del IRPF para los hijos escolarizados. Esta medida puede ayudar, potencialmente, a alrededor de 973.000 escolares.
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De la misma manera, con este plan diseñado para evitar que la crisis "aumente aún más las desigualdades", se incrementará en un 50% el bono social térmico (BTS), una ayuda a las familias vulnerables con el objetivo de que puedan combatir el desorbitado precio del gas. Así pues, destinará 8,8 millones de euros más a este tipo de ayudas.
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