La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, declaró que todavía no se ha puesto en marcha el proceso negociador sobre la delimitación de las aguas con Argelia. Lo dijo en una rueda de prensa junto con su homólogo de Macedonia del Norte, Nikola Dimitrov, en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, después de que el país norteafricano haya aprobado un real decreto que afectaría a aguas de la isla balear de Cabrera.
Cinco países
España comparte frontera marítima con cinco países: Portugal; Francia, Italia, Marruecos y Argelia, con los que están pendientes la delimitación de la mayoría de los espacios marítimos:
El Parlamento marroquí aprobó el pasado mes de enero dos leyes que fijan su frontera marítima sobre España y Mauritania y declaran su soberanía sobre las aguas territoriales del Sahara Occidental. Previamente, esas leyes fueron aprobadas en la Comisión de Exteriores del referido Parlamento. Estas leyes establecen el límite de las aguas territoriales, fijado en doce millas, y crean una Zona Económica Exclusiva de 200 millas. La plataforma continental queda delimitada en las 350 millas.
Negociación pendiente
La ministra apuntó que existen diferencias entre la delimitación de aguas efectuada por parte de Marruecos que afecta a Canarias y al Sáhara Occidental y la efectuada por Argelia. Redujo la pretensión marroquí a una “expresión de interés”, mientras que adujo que la ambición argelina va más allá al concretar cómo se procedería a dicha delimitación. González Laya explicó que el Gobierno tiene conocimiento de las pretensiones de Argelia desde hace dos años, momento en que se trasladó a las autoridades de ese país el rechazo español. Ante esta situación, la ministra evocó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, que fue suscrita por España en 1997, para recordar que si no existe acuerdo sobre la delimitación de las zonas marítimas cuando las costas de dos territorios se encuentren frente a frente ambas partes tienen que negociar. Esto le sirvió para dejar claro que la delimitación de aguas de Argelia está todavía sujeta a una negociación que no ha comenzado.