Este sábado se cumplen dos años de los atentados de Cataluña en los que murieron 16 personas. Aunque, según lo que tenían planeado los terroristas, el resultado podría haber sido mucho peor.
El sumario del caso demuestra que en lugar de 16 víctimas mortales, el objetivo era matar a cientos de personas.
Los terroristas planeaban una masacre mucho mayor, querían llevar a cabo el peor ataque en Europa desde el 11M y para ello estuvieron preparándose hasta un año: buscaron localizaciones, prepararon potentes explosivos, etc. Sin embargo, sus planes fallaron y acabaron improvisando el ataque que finalmente acabó con la vida de 16 personas.
Antes de atentar en Barcelona y Cambril viajaron hasta París. La Torre Eiffel era uno de sus objetivos y no dudaron en visitar el famoso monumento de la capital francesa para fotografiarse y estudiar todas las perspectivas y accesos.
En Barcelona, la Sagrada Familia también estaba en el punto de mira de estos yihadistas, que aunque eran de origen magrebí nacieron y se criaron en el municipio catalán de Ripoll.
En el año 2016 el imán Abdelbaki Es Satty se hizo cargo de la mezquita de la localidad. Se cree que desde ahí manipuló a los jóvenes para cometer los atentados utilizando su influencia.
"No sabíamos que tenía antecedentes, que había estado en la cárcel cuatro años", cuentan los vecinos, que aseguran no haber notado nada raro durante los años que ejerció como imán de la mezquita.
Sin embargo, una vez que ya estaban seguros de que querían llevar a cabo el atentado, el grupo necesitaba salir de Ripoll para pasar desapercibido.
De este modo, el grupo fue hasta una casa de Alcanar, una localidad situada a 300 kilómetros de Ripoll. Allí almacenaron 100 bombonas de butano, bidones de acetona y más material para construir un cinturón de explosivos que detonaría con solo apretar un botón.
Todo el material lo adquirieron realizando pequeños hurtos. Robaron anillos, collares y pulseras que luego vendían en comercios. Así pagaban las facturas de poco más de 100 euros y compraban el material para construir los explosivos.
Llegaron a acumular hasta 100 kilos de triperóxido de triacetona (TATP), una sustancia altamente explosiva conocida también como 'madre de Satán', con la que pretendían atentar.
Sin embargo su plan falló cuando la casa de Alcanar saltó por los aires. En ese momento decidieron que tenían que improvisar antes de que les pillaran y por ello arrollaron a una multitud en Las Ramblas y después atacaron en Cambrils.
Estos son algunos de los datos que se desprenden de las más de 8.000 páginas del sumario del caso. Más de un metro de folios para explicar quiénes son los terroristas y cómo se prepararon para atentar.
Lo que sí se sabe ya es que ni eran lobos solitarios ni se radicalizaron en la red. Era un grupo de amigos que organizó la masacre durante más de un año.
