La tonadillera Isabel Pantoja será sometida en las próximas horas a un examen médico y psicológico en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), donde ha ingresado este viernes a las 8 de la mañana en la cárcel sevillana para cumplir su pena de dos años de prisión por blanqueo de capitales.
Pantoja lleva en su poder los certificados médicos de la medicación que necesita tomar. Con dicha documentación, los facultativos estudiarán y valorarán el tratamiento a seguir en el centro penitenciario. Según las fuentes, Isabel Pantoja lleva meses arrastrando una depresión y además tiene problemas de claustrofobia, por lo que es posible que pudiera ser atendida inicialmente en la enfermería.
Se le suministrará papel higiénico, pasta dental, cepillo de dientes, preservativos etc.
El primer paso inmediatamente después de traspasar las rejas que limitan el penal de mujeres de Alcalá de Guadaíra es el de identificarse a través del documento Nacional de Identidad como Isabel Pantoja. Tras este paso hay un posterior cacheo en el que se incautan todos los objetos que no están permitidos en prisión.
Desprovista de cualquier objeto, Isabel tendrá que someterse a un exhaustivo cacheo antes de practicarle la reseña con las tres fotos, frontal y los dos perfiles, sus huellas dáctilares también quedarán reflejadas en la cárcel de Alcalá de Guadaira.
Un equipo médico será quien someta a revisión a la artista y pasada esta prueba si no requiere quedarse en enfermería pasará a hablar con los educadores y orientadores de prisión quienes le explicarán como funciona el centro, las normas, los horarios y las actividades.
A la tonadillera se le entregará un DNI de Interno y se le suministra un lote de productos de higiene como papel higiénico, pasta dental, cepillo de dientes, cuatro preservativos, cubiertos de plástico, una botella de lejía , jabón y un peine.
Se le asignará el módulo, que posiblemente sea el tres, en el que las celdas se comparten. Isabel contará con una presa de confianza, no conflictiva que será quien la oriente y la ayude en su proceso de adaptación a la prisión. A partir de entonces todo lo que pueda necesitar lo tendrá que comprar en el economato,y podrá hacer uso de su peculio que no superará los 80 euros semanales. Las llamadas telefónicas las hará a los números que ella haya proporcionado y que la dirección del centro haya autorizado y podrá comunicarse con sus familiares dos veces a la semana.
