Ciberespacio
Así son los 'boinas grises': 400 militares del Ejército que vigilan el Ciberespacio
El ciberespacio es el ámbito más complejo en el que trabajan las Fuerzas Armadas. Defendernos de un ataque cibernético es fundamental para nuestra seguridad. De esa vigilancia se encargan los 'boinas grises' del Mando Conjunto del Ciberespacio.
![Mando Conjunto del Ciberespacio Mando Conjunto del Ciberespacio](https://fotografias.antena3.com/clipping/cmsimages01/2025/02/16/004A8B1F-80DB-4BEE-A3B5-A1B5CF8B1C46/mando-conjunto-ciberespacio_70.jpg?crop=1920,1080,x0,y0&width=480&height=270&optimize=high&format=webply)
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En un mundo cada vez más interconectado, lo que sucede en el ámbito físico tiene su reflejo en el mundo digital. Los conflictos bélicos no son una excepción. El ciberespacio, el llamado "quinto dominio" -junto con tierra, mar, aire y espacio-, se ha convertido en un nuevo campo de batalla. Y como nuevo ámbito, exige nuevas capacidades de respuesta para combatir las amenazas.
No hace falta pensar en futuros hipotéticos. Tenemos un claro ejemplo en los conflictos actuales. Por ejemplo, la guerra en Ucrania. "Aunque sea vista como un conflicto de trincheras, la realidad es muy diferente. Es la guerra más tecnológica de la humanidad", explica el Vicealmirante Javier Roca, Comandante del Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE). "Ambos bandos han incorporado el ciberespacio en sus estrategias para realizar ataques, recopilar inteligencia, y defender sus infraestructuras", detalla Roca.
Los boinas grises: los guardianes del ciberespacio
Desde hace poco más de un año, Roca se encuentra al frente de este Mando. Ubicado en la Base de Rematares, el MCCE es la unidad más reciente de las Fuerzas Armadas, y depende directamente del JEMAD. Se creó en 2020, y actualmente la componen 400 militares, capaces de realizar operaciones en el ciberespacio. Para el año 2031, la previsión es que asciendan a 1.300 efectivos, procedentes de los tres ejércitos. Se conocen como "boinas grises".
La zona gris es precisamente aquella en la que Occidente se encuentra desde hace años. No hay guerra abierta, pero tampoco paz. Hay que estar en permanente formación y estrategia, preparados constantemente para un posible conflicto que podría estallar en cualquier momento.
El objetivo del MCCE es vigilar el ciberespacio para detectar posibles amenazas. "Tenemos capacidades de defensa, de inteligencia, y de ataque. Y podemos integrar todas estas capacidades en un único sistema de combate", explica Roca. Se refiere al SCOMCE, el Sistema de Combate del Ciberespacio. Un sistema de armas en el que el Ministerio de Defensa invirtió hace tres años 80 millones de euros. Gracias a ello, pueden neutralizar o minimizar el impacto de ataques cibernéticos.
Es un arma defensiva, pero también ofensiva. De hecho se puede utilizar ya en operaciones bélicas en el ciberespacio. El MCCE también cuenta con el Centro de Ciberdefensa 5G, dedicado a investigar para mejorar las capacidades de ciberdefensa en los sistemas que utilicen esa tecnología.
Amenazas del ciberespacio: las APT, el principal peligro
Aunque pueda pasar desapercibido, al día se reciben miles de intentos de ciberataques. Desde pequeños hackers, lobos solitarios, hasta ataques por parte del crimen organizado. Pero lo que más preocupa son las APT: Amenazas Persistentes Avanzadas. Son grupos cibernéticos estatales, o apoyados por estados, que buscan "comprometer los sistemas e infraestructuras críticas para la defensa y seguridad nacional", relata Roca.
Inteligencia Artificial: ¿amenaza u oportunidad?
La Inteligencia Artificial (IA) también juega un papel crucial. En estrecha colaboración con el MCCE se encuentra el Centro de Referencia de Inteligencia Artificial del EMAD, creado a finales de 2024. Su misión es mantenerse a la vanguardia de las últimas tendencias en IA relacionadas con ciberdefensa. "Mantenemos un análisis y actualización constante", explica Icía Masid, ingeniera en Ciberseguridad del ISDEFE. Es lo que han hecho, por ejemplo, con 'DeepSeek', la nueva herramienta de IA china.
También tienen el objetivo de concienciar sobre la importancia de la IA, y las amenazas que supone en este dominio. Lo cierto es que aunque a veces se presenta como un riesgo, puede suponer también una oportunidad para enfrentar los desafíos cibernéticos. "El principal riesgo de la IA es la propia IA, y el hecho de no utilizarla, porque los adversarios ya lo están haciendo", explica Masid.
"Tenemos que subirnos a ese carro y utilizar la IA en nuestra defensa", concluye. Si algo ha quedado claro es que no se pueden combatir las amenazas del futuro con las armas del pasado. La próxima guerra podría ya no estar en el campo de batalla físico, convencional, si no en el amplio y complejo ciberespacio. Podría ser silenciosa pero mucho más destructiva. "No podemos ni imaginar contra quién combatiremos."
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