Otegi ya fue juzgado y condenado por estos hechos a dos años de prisión y 16 de inhabilitación por un tribunal presidido por la juez Angela Murillo. No obstante, el Tribunal Supremo anuló la sentencia al considerar que la presidenta de la Sección Cuarta, encargada de la causa, incurrió en una falta de imparcialidad.
El Supremo, que ordenó volver a celebrar la vista oral, destacó en su resolución que la presidenta del tribunal que le enjuició, Angela Murillo, no fue objetiva. Murillo, preguntó al dirigente de la izquierda abertzale: "¿Usted condena rotundamente la violencia?", cuestión a la que Otegi respondió: "no voy a contestar". La juez dijo entonces, "muy bien, ya lo sabía".
El nuevo tribunal, presidido por el juez Javier Gómez Bermúdez junto a los magistrados Nicolás Poveda y Carmen Paloma González, ha considerado ahora que existe una "duda razonable" sobre la finalidad del discurso pronunciado por Otegi en el acto y si en él incurrió en enaltecimiento del terrorismo.
La magistrada ponente recuerda en la sentencia, hecha pública este viernes, que en los escritos de acusación constan en boca de Otegi entrecomillados extraídos de la publicación en prensa del discurso que no se corresponden con el contenido de la grabación del acto visionada durante el juicio.
La fiscal Blanca Rodríguez solicitaba contra el ex portavoz de Batasuna una pena de 18 meses de cárcel mientras que el Foro Ermua y Dignidad y Justicia, que ejercen la acusación popular, reclamaban que fuera condenado a cuatro años y medio y cinco años de cárcel, respectivamente.
Durante el acto Otegi tomó la palabra para elogiar "la lucha llevada a cabo por los presos vascos" y comparar a Sagarduy con Nelson Mandela, al considerar que "igual que él lucha contra la injusticia por conseguir un escenario democrático". "El colectivo de presos (los luchadores vascos), como Mandela, conoce la cárcel, la represión, el sufrimiento, el compromiso, la lealtad y la disciplina, y gracias a su entrega traerán la democracia y justicia a Euskal Herria", señaló el ex portavoz según constaba en los escritos de acusación.
"Estas frases no se corresponden con las que pronuncia el acusado en la grabación que se proyectó en la vista como prueba documental por lo que el tribunal no las ha considerado probadas", en contra de lo que manifestaron los periodistas asistentes que declararon como testigos en el juicio.
En definitiva, el tribunal considera probado que si bien Otegi comparó al homenajeado con Mandela y la situación de Sudáfrica de aquellos tiempos con la actual de Euskadi "no puede llegarse a la conclusión" de que cometiera un delito.
La sentencia agrega, además, que incluso en el caso de que se hubieran valorado los entrecomillados publicados en prensa no podria tampoco llegarse a la conclusión de que Otegi alabara a Sagarduy.
"Tampoco a la luz de los citados escritos se deduce que el objeto del ensalzamiento sea la figura del preso de ETA o los delitos por él cometidos", dice la juez ponente que añade que lo único que queda claro es la denuncia de una legislación y una política penitenciaria injustas.
El homenaje se celebró el 9 de julio de 2005 en el Parque Zelaieta de Amorebieta. Sagarduy fue condenado a 69 años de cárcel por el homicidio en 1978 del jefe carlista José María Arrizabalaga y otros delitos terroristas, y salió de prisión el pasado 13 de abril tras permanecer encarcelado 31 años.
El acto, que estaba presidido por una gran fotografía del homenajeado, fue convocado mediante un anuncio publicado en el diario 'Gara' en el que aparecían los anagramas de Batasuna, Askatasuna y Gestoras Pro Amnistía y se celebró bajo el lema 'Es el momento de la solución, amnistía y libertad'.