La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará a partir de este lunes a diez presuntos miembros de una célula yihadista que habrían planeado atentar en lugares emblemáticos de Barcelona en el año 2015 y que también se dedicaban a adoctrinar y captar adeptos para enviarles a Siria e Irak para luchar en las filas del grupo terrorista Daesh.
Entre los acusados hay varios españoles y un brasileño, todos ellos convertidos al Islam. De hecho, uno de los españoles es el señalado por la Fiscalía como el principal instigador de la comisión de un atentado en territorio español, además de tener una "base ideológica" en la que mostraba su predilección por los líderes yihadistas de la actualidad.
Para este último, Antonio Sáez Martínez 'Aali', y otros dos acusados, Lahcen Zamzami y Rida Hazem, ambos de nacionalidad marroquí, el Ministerio Público pide 19 años de prisón por los presuntos delitos de integración y colaboración con organización terrorista. Para otros tres acusados -los marroquíes Taofiq Mouhouch y Mohamed el Gharbi y el brasileño Kayke Luan Ribeiro Guimaraes 'Hakim'-, el fiscal solicita diez años de cárcel; mientras que para otros cuatro -los españoles Gonzalo Cabezas Núñez 'Sulaiman', David Franco Portolés 'Ibrahim' y Jacob Orellana Casado 'Yacoub' así como el marroquí Said Touay- reclama siete años.
Califato único mundial
Según el escrito de Fiscalía, la célula, que se autodenominó 'Fraternidad Islámica. Grupo para la predicación del Yihad', fue creada en los primeros meses del año 2014 y sus miembros, la mayoría de Terrassa (Barcelona), se dedicaban a "captar y adoctrinar a jóvenes en el salafismo combatiente, promoviendo y fomentando el uso de la violencia para la instauración de un califato único mundial basado en la 'sharia' y preparándoles para la comisión de atentados terroristas".
La célula, desarticulada en la operación policial denominada 'Caronte', tenía una "estructura piramidal", según el fiscal, y al frente de ella se encontraban Antonio Sáez Martínez, Lahcen Zamzami y Rida Hazem, que eran los que estaban al frente de las labores de adoctrinamiento según las cuales aseguraban que "un buen musulmán es aquel que considera que el Islam tiene su máxima expresión en el Yihad".
Como consecuencia directa de este adoctrinamiento, según el fiscal, uno de los integrantes del grupo, Abdellatif Chahmout, se desplazó, siguiendo los postulados de Zamzami y Hazem y con su ayuda logística, "a zona de conflicto, concretamente a Irak". Actualmente, Chahmout continúa huido en Irak o Siria.
Los miembros de la célula, entre los que también había un menor que ya ha sido condenado por integración en organización terrorista, se reunían "frecuentemente" y fue en uno de esos encuentros cuando Sáez Martínez propuso perpetrar un atentado en España.
Presunto 'chivatazo'
Pero los contactos entre los integrantes se redujeron durante un tiempo a partir de noviembre de 2014 debido a que durante una reunión "los conversos advirtieron a los asistentes de que un policía les había dicho que los Mossos d'Esquadra estaban investigando las actividades de la célula y a sus miembros y que en un plazo corto les detendrían".
En el tiempo en el que cesó "casi por completo la actividad de la célula", tres de los acusados, Mouhouch, Ribeiro y El Gharbi viajaron en un coche en dirección a Turquía con intención de cruzar a Siria. Fueron detenidos a mediados de diciembre en un puesto fronterizo de entrada a Bulgaria.
Pasado un "tiempo prudencial" después de este golpe policial a la organización, "y convencidos de que los momentos más comprometidos ya habían pasado", el resto de acusados retomó la actividad, determinando entonces que su objetivo debía ser cometer un atentado en territorio español, por lo que "iniciaron la búsqueda de potenciales objetivos".
Parlament o comisaría de los Mossos
Según el Ministerio Público, en los primeros meses de 2015 "iniciaron tareas de selección y vigilancia así como valoración de los métodos adecuados para llevar a cabo tales ataques". Así, hicieron estudios fotográficos en Barcelona de lugares como el Parlamento catalán, la comisaría de los Mossos ubicada en la Plaza de España de la ciudad condal o el Hotel Arts, ubicado en la zona del Puerto Olímpico. También "mostraron interés por una sinagoga así como una librería judía".
El fiscal explica en su escrito de acusación que los acusados "pretendían crear un artefacto explosivo de grandes dimensiones al objeto de causar el mayor daño posible en estructuras y personas". De hecho, Sáez Martínez "tenía presente los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004".
Los integrantes del grupo desarticulado admiraban los actos terroristas de Daesh y mostraban "un absoluto desprecio por las víctimas de tales hechos, anhelando su participación en los mismos".
Los registros efectuados por los investigadores tras la desarticulación de la célula se hallaron libros, anotaciones y manuales sobre adoctrinamiento terrorista, instrucciones para fabricar explosivos, vídeos con actividades de grupos terroristas y una 'Guía del buen musulmán' en donde se habla de la Yihad, entre otras cosas.
En concreto, una libreta encontrada en casa de Antonio Sáez Martínez revela que "la creación de la célula y su orientación ideológica y operacional son fruto del trabajo" realizado por este acusado "a lo largo de un arduo proceso de investigación y que tiene su origen en las anotaciones" de este documento. "Todo el material hallado en el domicilio de Sáez Martínez representa un corpus ideológico y de justificación de la yihad en su representación más modesta", apunta el Ministerio Público.