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El objetivo es ambicioso: en 2030 debería haber 5 millones de coches eléctricos circulando por España. Lo que no está tan claro es si tendremos lista la infraestructura para que puedan circular. Los puntos de carga son fundamentales y no se están instalando al ritmo que deberían. Así lo confirma el nuevo barómetro de la electromovilidad de Anfac.

Los datos son poco esperanzadores. Antes de que acabe el año, deberíamos haber llegado a los 45.000 puntos de recargaen nuestro país. Sin embargo, a finales de septiembre solo teníamos 16.565. El ritmo de evolución no ha sido el esperado: entre enero y septiembre apenas hemos sumado 3.154 puntos nuevos, cuando necesitábamos 32.000 más.

Extremadura, el que más crece en puntos de recarga

Pero hay algunas comunidades autónomas que se están poniendo las pilas. Por regiones, Extremadura es la que más crece (+2,1 puntos), seguida de Castilla-La Mancha (+1,7 puntos) y La Rioja (+1,5 puntos). Se están instalando, sobre todo, puntos públicos de carga de alta velocidad. Esas son las que más han crecido en el último trimestre, pero en cifras totales, las que más puntos de carga acumulan son Barcelona (4.179) y Madrid (2.067). A la cola están La Rioja (102), Cantabria (107) y Navarra (287). En estas últimas comunidades, el panorama echa el freno en la compra de coches eléctricos. En primer lugar, por esa falta de puntos de carga. Pero también porque los cargadores rápidos no funcionen a la potencia deseada en muchas ocasiones.

España, el tercer país por la cola

Sin una red de cargadores óptima es muy complicado alcanzar el nivel de otros países de referencia. La movilidad eléctrica en España no acaba de despegar. Somos el tercer país por la cola en Europa en venta de vehículos eléctricos, con una valoración de 23 puntos. Estamos lejos de la media europea de 48,4 puntos. Y a una distancia abismal de los puestos de cabeza, ocupados por Noruega (216,1 puntos), Países Bajos (78,7 puntos) y Alemania (74,3 puntos).

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