El expresidente del Gobierno José María Aznar ha afirmado que no sirve "para ser parapeto de la desvergüenza de nadie y menos para los que están en el Gobierno de España" y ha censurado que el día en que se conoció que el régimen libio "bombardea a la población civil con bombas de racimo vendidas por España" se montara "un follón para decir que Aznar es amigo de dictadores".
Tras censurar esta "historia de manipulación lamentable", ha recordado que cuando Muamar Gadafi vio en 2003 lo qué le pasó tras la guerra de Irak "a un dictador peor que él", en referencia a Saddam Hussein, "quiso mostrarse amigo, cooperar con la comunidad internacional". "Y algo debió conseguir para que en 2007 el Gobierno socialista le vendiese bombas de racimo", ha manifestado, y se ha preguntado si es que el Ejecutivo "vende bombas de racimo a los enemigos y no a los amigos".
Aznar ha lamentado que la intervención en Libia a la que el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero "ha enviado tropas" no se critique cuando hace ocho años "se criticó mucho" el apoyo de España a la guerra de Irak cuando el Ejecutivo que él presidía "no envió un solo soldado".
"La intervención -en Libia- se basa en una operación para proteger a la población civil, con bombas de racimo vendidas por España, no es una opinión, en un dato, la constatación de un hecho", ha ironizado Aznar, quien ha recordado que el Ejecutivo ha enviado tropas a territorio libio "y no se critica".
En esta línea, ha incidido en que la resolución de las Naciones Unidas "no autoriza el cambio de régimen, es decir, no autoriza a quitar del poder a quien amenaza y bombardea" y, por ello, ha apuntado que o se termina la causa de los ataques a las víctimas civiles "o seguirá habiendo víctimas nuevas con bombas de racimo enviadas por el Gobierno".
El presidente de honor del PP ha afirmado que dice todo esto "para que quede claro lo que pasó, lo que pasa y lo que pensamos porque no sirvo para ser parapeto de la desvergüenza de nadie, y menos de los que están ahora". Para Aznar, la Alianza de Civilizaciones promovida por José Luis Rodríguez Zapatero --"que no defenderemos", ha aclarado-- "consiste en pactar con aquellos que dicen ahora que son unos dictadores execrables que hay que quitar".
"Respaldo a los demócratas libios, iraníes, cubanos, venezolanos y a los chinos también, a aquellos que luchan por la libertad, y a los españoles que tienen que sufrir el acoso del terrorismo", ha indicado, y ha aclarado que lo que no va a apoyar es que los derechos humanos "se utilicen a beneficio de inventario, donde me conviene, aquí sí, aquí no".
Patriotismo
Ante más de un millar de personas en un acto de apoyo al candidato del PP a la Alcaldía de Estepona (Málaga), José María García Urbano, el ex presidente del Gobierno ha admitido que le llama la atención que después de haber dejado La Moncloa hace más de siete años y renunciar voluntariamente a presentarse más veces como candidato del PP "muchos pierdan el día" en ocuparse de él "con la mayor intensidad posible".
En esta línea, Aznar ha pedido a Zapatero que no dé "lecciones de patriotismo" y ha considerado que aquél que no coincide con el presidente socialista "es un enemigo y un adversario de España". "Esa desfachatez es demasiado grande porque a mí la única víctima que hay es precisamente España, víctima de los errores, el despilfarro y el desgobierno".
Además, ha indicado que los demócratas de países como Túnez y Egipto se han movilizado, como en otros países, contra Ben Alí y Hosni Mubarak, respectivamente, para que fueran echados del Gobierno. "Esas dos personas, esos dos dictadores, eran miembros de la Internacional Socialista". "El partido disuelto ayer era miembro de la Internacional Socialista y en dos días algunas personas pasan de ser compañeros a ser execrables dictadores a los que hay que condenar", ha apostillado.
A juicio del expresidente, a lo que aspira el Ejecutivo de Zapatero es a "o te callas o eres un antipatriota, o miras para otro lado o eres un antipatriota, o te doblegas a la incompetencia o eres un antipatriota". Sin embargo ha sido contundente y ha asegurado: "no nos vamos a callar, no vamos a mirar para otro lado y no vamos a ser palmeros de la incompetencia de este gobierno".
"Ahora ya sabéis, según la doctrina oficial, silencio, porque si hablas del ridículo interplanetario -de Zapatero- te dicen que eres un antipatriota", ha lamentado. Para Aznar, España "está para el cambio y no para cuentos chinos".